Mirador 29/06/2019
COMPARTIR
TEMAS
-No tengo ni un amigo –dijo a Hu-Ssong un hombre solitario.
-Sí lo tienes –lo consoló el filósofo–. Mira a todos los hombres frente a ti.
-Son muchos –respondió el solitario–, pero ninguno es mi amigo.
-Es una pena –consideró Hu-Ssong–. Entonces mira tras de ti.
-¿Cómo me pides eso? –se quejó el hombre–. Ahí están mis enemigos.
Le pidió el maestro:
-Vuelve la vista a tu derecha.
-No veo tampoco a un amigo.
-Entonces mira hacia tu izquierda.
-Tampoco ahí encuentro a nadie que me quiera. Ya lo ves: no tengo amigos.
-Por fuerza tienes uno –replicó el filósofo–. Vuelve tus ojos al interior de ti.
El hombre se miró a sí mismo. Tampoco ahí encontró un amigo.
-Aprende –le dijo Hu-Ssong–. Si quieres estar en paz con tu prójimo primero debes estar en paz contigo mismo.
¡Hasta mañana!...