POLITICÓN
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LOS ALIADOS
Quienes han leído con detenimiento la propuesta de Ley de Gobiernos de Coalición –que formalmente presentó en el Congreso el grupo parlamentario que encabeza Mayra Valdés– hacen una observación interesante respecto del texto: no tendría que esperarse al inicio de la próxima administración para ver nacer el primer producto de dicha legislación en Coahuila. Y es que, como la norma –de ser aprobada como está– no está vinculada a los procesos electorales, sino que deja enteramente en manos del Ejecutivo la decisión de integrar un gobierno de coalición en cualquier momento, nada impediría que Miguel Riquelme negociara con los futuros aliados del PRI en las urnas que el último tramo de su sexenio se diera en cohabitación con ellos, lo cual –tal vez– volvería más atractivo y sólido el acuerdo para luchar juntos por los votos el año próximo. El pero –porque siempre hay un pero– es que al establecer un gobierno de este tipo hay que entregarle puestos en el gabinete estatal a los aliados y eso obliga a preguntar: ¿quién de los actuales titulares de las secretarías del gabinete está dispuesto a “sacrificarse” en aras de incrementar las posibilidades de triunfo en las elecciones de 2023?
LOS MORENOS
Ha pasado más de una semana de los hechos y en Morena siguen sin querer hablar del elefante que está en medio de la sala: el asesinato de Salvador Llamas Urbina en un restaurante de Jalisco y sus implicaciones. Pero como en política el silencio de unos no provoca que el resto los secunde, el vacío se ha llenado con toda suerte de especulaciones que solamente contribuyen a consolidar la hipótesis de que el consejero nacional de Morena, alto funcionario municipal en Jalisco y colaborador en el proyecto político de Ricardo Mejía Berdeja en Coahuila, era en realidad alguien con un perfil poco claro, sobre todo en lo referente a su flujo de cash que, a decir de quienes lo trataron, no tenía rubor alguno en exhibir frente a propios y extraños. Circulan versiones, por cierto, de que durante alguna de sus visitas a Saltillo o Torreón, cuando era invitado a restaurantes, hoteles o casas particulares que le agradaran, preguntaba cuánto costaban y ofrecía adquirirlos de inmediato. Hay voces locales morenistas a las que preocupa la ausencia de deslindes pues consideran que el silencio local no ayuda en nada a su proyecto, de cara a las elecciones locales.
EL RESTO
A los partidos conocidos como “la chiquillada” les quedan unas pocas semanas para exhibir sus atractivos y conseguir un mejor lugar en la mesa del próximo proceso electoral. Y parece que eso lo entienden bien en la franquicia coahuilense de Movimiento Ciudadano, que encabeza Alfonso Danao De la Peña, pues andan soltando anzuelos que les permitan generar prospectos de alianza porque, todo hace indicar, ya cambiaron de opinión en eso de ir solos en la boleta. Hace una semana le comentamos en este espacio que el partido de Dante Delgado estaría negociando la integración de una “Alianza Naranja” con la UDC, de Lenin Pérez. Esa posibilidad, dicen los enterados, no se ha desechado, pero resulta que no es la única oferta que tienen los de MC a nivel local pues, se asegura, también podrían incorporarse al proyecto encabezado por el PRI. Y para quien lo dude, ahí están las expresiones del Gobernador del Estado y la coordinadora parlamentaria albiazul en el Congreso local, quienes han señalado al partido del águila como un posible aliado en el futuro cercano. ¿Con quién terminarán de consolidar el romance los naranjas?
EL AMBIENTE
A partir de este lunes, en cualquier momento de la semana se espera la visita del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a Coahuila. Ayer se confirmó que estará pasado mañana en el vecino estado de Nuevo León y, previsiblemente, estaría el mismo día en Saltillo porque la idea es que pueda ocupar la tribuna parlamentaria para “convencer” a los legisladores coahuilenses de que voten a favor de la reforma constitucional que permitirá la presencia de los militares en las calles hasta 2028. Las comillas resultan obligadas porque, como se ha dicho con toda claridad, la minuta remitida por la Cámara de Diputados está más que planchada en las praderas que pastorea Eduardo Olmos y no existe posibilidad alguna de que sea rechazada y, si no fuera porque la bancada del PAN votará en contra, bien podría apostarse a que pasaría por unanimidad. ¿A qué viene entonces el titular de la Segob? Pues a capturar reflectores y hacerse promoción, a ver si al menos logra desplazar en el “corcholatómetro” presidencial a Ricardo Monreal. Porque, dicen los que le saben a eso de las encuestas, eso es lo más a lo que puede aspirar, por mucho que le haga la lucha.