Pretende el DF lograr la denominación de origen del nopal en 2010
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La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) del Gobierno del Distrito Federal explicó en un comunicado que buscará "con otras dependencias de gobierno, centros de investigación, universidades y productores" concretar la denominación de esta planta, habitual en la dieta mexicana.
México, D.F..- El Gobierno de la capital mexicana pretende lograr el próximo año la denominación de origen para el nopal, el cactus milenario símbolo patrio del país, por la que también luchan algunos países asiáticos, como China, informaron hoy fuentes oficiales.
El símbolo del escudo y la bandera de México es una planta cactácea que se cultiva en al menos seis estados mexicanos, pero es en el Distrito Federal donde se produce el 70 por ciento del volumen total.
La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) del Gobierno del Distrito Federal explicó en un comunicado que buscará "con otras dependencias de gobierno, centros de investigación, universidades y productores" concretar la denominación de esta planta, habitual en la dieta mexicana.
En Milpa Alta, una delegación del DF situada al sur de la capital mexicana, el 70 por ciento de la población se dedica al cultivo o venta del nopal con una producción media anual de 240.000 toneladas, explicó la entidad de gobierno local.
En noviembre de 2007, la Cámara de Diputados de México pidió a la Secretaría de Economía defender los derechos de origen y producción del nopal y el maguey (agave) ante la posible amenaza de que China y Japón patenten estos vegetales.
Los diputados aprobaron por unanimidad un "punto de acuerdo" en el que solicitan al Gobierno federal que proteja el derecho que tiene el Estado mexicano sobre estas variedades vegetales y sus denominaciones de origen.
Para la promoción del producto, la Sederec dirige el Programa Integral del Nopal, que incluye asesoramiento en la aplicación de tecnología, la investigación, la búsqueda de canales de comercialización, el manejo adecuado de parcelas con prácticas culturales mínimas, entre otras acciones.