Biógrafo narra últimas horas de Jackson
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Según Ian Halperin, El Rey del Pop pasó los últimos momentos de su vida rogando por su padre, leyendo la Biblia, escribiendo poesía oscura y acusando histéricamente al hombre que llevaba su carrera por "venderlo" para una serie de extenuantes presentaciones
En medio de un gran angustia y en una baja emocional ocasionada por fármacos, el cantante Michael Jackson pasó sus últimas horas agitado y paranoico, de acuerdo con un biógrafo.
Ian Halperin afirma que El Rey del Pop estaba "elevado como un papalote" debido al poder de los analgésicos que tomaba, informó la página dailymail.co.uk.
Además, la atormentada estrella se la pasó rogando por su padre, Joe Jackson, leyendo la Biblia, escribiendo poesía oscura y acusando histéricamente a su manager de haberlo "vendido" para una extenuante serie de presentaciones en Londres.
Halperin, quien predijo la muerte de Jackson hace ocho meses y es autor de Unmasked: The Final Years Of Michael Jackson, asegura que el cantante pasó las últimas 12 horas de su vida entre la paranoia y un estado agitado.
De acuerdo con Halperin, El Rey del Pop se levantó la medianoche del 24 de junio, pues sufría de insomnio crónico. Además tenía dolor en su garganta y pulmones. A las 12:30 rogó a Murray que le suministrara Demerol y lidocaína.
En la casa de Jackson se recibieron tres llamadas telefónicas entre la 1 y 4 de la mañana, pero el cantante rechazó contestarlas.
A las 4:30 la puerta del cuarto de Jackson se cerró y nadie sabe lo que pasó las siguientes seis horas, pero según el reporte toxicológico el cantante continuó tomando medicamentos.
Entre las 10:40 de la mañana y la una de la tarde estuvo escuchando desde música clásica hasta los Gipsy Kings.
Tras una llamada con un asesor, Jackson entre lágrimas pidió hablar con su padre, pues era la única persona en quien aún confiaba, pero gente cercana a él le mintió al decirle que era imposible comunicarlo con él.
Cuando el cantante fue informado de lo anterior, se puso a leer la Biblia y después pidió a su médico personal, Conrad Murray, que lo anestesiara. Cerca de las dos de la tarde Jackson fue visto entrando a la habitación del doctor.
"No se preocupen por mi. Voy a dormir", fueron las últimas palabras que Jackson dijo a uno de sus ayudantes, minutos antes de morir.