Parecería que no pero también soy principiante
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El título de mi columna es “La vida...para principiantes”. Un amigo, un escritor con mucha más trayectoria que yo, me ayudó a ponerle nombre a este espacio que tiene por objetivo el compartir cosas que sé, cuestionarme sobre lo que no sé y comentar sobre el crecimiento y el desarrollo personal. Escribir es mi manera de procesar lo que traigo dando vueltas en mi cabeza, mi corazón, y mis entrañas. También es mi manera de mantener vivo mi idealismo. Yo sí creo que podemos cambiar el mundo. Y aunque hay muchos argumentos en contra, argumentos con mucho sentido, he decidido aferrarme a la osadía de seguir intentando.
Hace algún tiempo alguien habló sobre este espacio como “el espacio en donde tú nos compartes lo que sabes a las personas que sabemos menos”. Me desconcertó esa interpretación y pregunté por qué pensaba que ésa era mi intención. Contestó que fue por el título. Me reí. Recordé a un maestro que se nombra y nos nombra a todos “aspirantes a seres humanos”, y aclaré que no, que no presumo saber más que otros, sino que pretendo compartir de principiante a principiante.
Existe una frase atribuida a Michel Legrand que dice, “Cuanto más vivo, más aprendo. Cuanto más aprendo, más me doy cuenta de lo poco que sé”. Aclaro que un aprendizaje implica un cambio de conducta, así que, en la vida, si no hay cambio de conducta, no hubo aprendizaje. Desde allí, puedo declarar que ni siquiera he aprendido todo lo que presumo haber aprendido, mucho menos sé todo lo que aparentemente otros creen que sé.
En lo que sí soy especialista, es en acompañar a otros en su búsqueda, usando mi experiencia para enriquecer la de otros y tomando de sus vivencias para construir la mía. Por supuesto que, con la edad y los años vividos, tengo un acervo de ideas, experiencias, opiniones, conocimientos, y hasta juicios y críticas, que puedo poner a servicio de quien se atreva a escucharlos. Necesitamos acompañantes en este viaje llamado vida. Los invito a estar entre los míos.