Paternidad tóxica; ‘Es muy sano matar al padre’
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Hablando de forma metafórica Fernando Yacamán Neri comenta que, al igual que al personaje principal de su novela, “mató a su padre” para poder seguir con su vida y evitar que esa figura siguiera haciéndole daño.
En un momento en el que el patriarcado es considerado el principal enemigo de la equidad, el ganador de los Juegos Florales Nacionales Ramón López Velarde, habló sobre el libro en el que el odio al padre se convierte en atracción hacia otros hombres maduros y la familia se extiende más allá de los lazos sanguíneos.
“En México, casi podría decir que, en el mundo, la figura del padre sigue siendo un símbolo machista con el que muchos hemos intentado hablar o cambiar en nuestras familias y nuestros trabajos”, platicó Yacamán Neri quien vivió una dolorosa ausencia paterna intermitente.
“Es un repudio a esa persona que se ha presentado en tu vida solo para traer malos momentos. Es un repudio a su persona, parecerme a él en los ojos. Encontrarte en el reflejo de otro es un proceso que está ahí y que va a estar a lo largo de la vida”, comenta Yacamán.
LA ESCRITURA COMO TERAPIA
El autor, nacido en Ciudad de México, platicó a VANGUARDIA que escribir esta historia le ayudó a combatir algunos pasajes de su vida.
“Creo que todo este proceso de escritura me llevó a cerrar este tema, pero si es una lucha. A veces me veo en el espejo, encuentro una foto de mi papá joven y repudio todo lo que es él, como piensa, la figura machista que es, lo homofóbico que es y no quiero encontrarme en ese reflejo nunca”, confiesa el autor.
En la novela publicada en 2019, reeditada en México y España, Luis Habib padece la búsqueda de su madre por darle una figura paterna y, junto con ella, sufre el daño que les hacen los candidatos.
Es de resaltar que Habib se apega a relaciones sin futuro a cambio de un poco de amor y mucho sexo, no importa si el amante en turno tiene esposa, solo busca satisfacerse eróticamente.
LOS RIESGOS DE LAS VERDADES INCÓMODAS
Durante el proceso de lanzamiento del libro, la realidad superó la ficción. El padre de Yacamán leyó la novela y lo intimidó para intentar evitar que fuera publicada.
“Mi padre biológico llegó a las amenazas de muerte. Me empezó a advertir desde que supo del libro y yo le contestaba con la misma violencia, burlándome. No pensaba que fuese a subir de tono, dije: después de todo soy su hijo, pero sí; le mandaba amenazas a mi mamá. Pensaba cancelar, pero ella me alentó; mis amigos Antonio Márquez y Ernesto Reséndiz me dijeron: ‘nada más que aparezca y todas las jotas nos vamos encima”.
La obra también refleja el concepto que tiene el novelista de lo que es una familia, asegura que son las personas con las que realmente tienes contacto, “no como las tías o tíos que ves una vez al año”.
“El concepto personal que tengo de familia no es solo la sangre, la sangre es un aspecto, pero la palabra familia va para las personas con las que realmente tienes un trato”, define el escritor.
MAL DE MUCHOS
“Cuando acabé el libro pensé que no le iba a importar a nadie... a la vez también tenía alguna certeza de lo contrario. Antes de escribirlo analicé que, si vemos a nuestro alrededor, hay muchas personas que tienen esa ausencia. A veces el padre puede vivir en casa, pero está trabajando todo el tiempo, o no le importa la familia; creo que también ahí hay una ruptura, una ausencia, y fue lo que les interesó a los lectores”, platicó el escritor.
“Es muy sano matar al padre, de una manera metafórica, deshacerte de eso para seguir. En la ficción, yo lo maté para seguir más tranquilo con mi vida”, concluyó el autor de la obra que ha sido publicada en España y actualmente Ediciones Periféricas comercializa su segunda edición.