2020, año electoral
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Antes de finalizar el pasado 2019, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) determinó el financiamiento total destinado a los partidos políticos para este 2020, así como los montos que le corresponderán a cada partido, según lo marca el complejo sistema de financiamiento público. El INE cuidó de dejar muy claro que la cantidad a entregarles, más de 5 mil 239 millones de pesos, no es decisión de ese organismo sino resultado de la aplicación de la fórmula prevista en la Constitución. También informó que el monto incluye 110 millones 400 mil pesos que se entregarán en franquicias postales y telegráficas.
El INE dio la bienvenida al debate sobre la reducción de los financiamientos, pidiendo considerar que “no es un tema de costos sino de condiciones de equidad en la competencia política”. El tema de la reducción en los montos del financiamiento público se ha venido manejando, principalmente por algún sector del partido Morena, con el aplauso de la sociedad en general y la oposición de los restantes partidos políticos que ven amenazada su subsistencia con la reducción del presupuesto que reciben y que
–además de financiar sus actividades generales, nóminas, viajes, viáticos, vehículos, etc., y de paso, sus campañas políticas– les permite, como el caso mismo de Morena, adquirir hasta bienes inmuebles.
A raíz de que Morena se ha llevado la mayor parte de los triunfos en las elecciones a todos los niveles, recibe por derecho, un alto porcentaje del financiamiento a los partidos. El año pasado sus ministraciones mensuales ascendieron a la cantidad de 130.6 millones de pesos. Según una revisión a la información pública de ese partido, antes de fin de año tenía un ahorro de más de mil millones de pesos, y no obstante que de su Congreso Nacional, en noviembre de 2018, salió la orden de devolver al erario el 50 por ciento del financiamiento, sus directivos decidieron no hacerlo y utilizar el ahorro en la compra de un edificio donde establecer su sede nacional. De lo anterior se derivan varias lecturas, entre ellas que los partidos podrían sobrevivir con la mitad o hasta con una tercera parte del financiamiento público, recurso que podría tener otra utilidad.
La cantidad destinada para el primer semestre de este 2020 a la bolsa de financiamiento público se repartirá entre siete partidos que cuentan con registro nacional, pudiendo variar en el segundo semestre en el caso de que algún otro partido alcanzara el registro. En el supuesto de que la bolsa se divida sólo entre siete, las cantidades a recibir en el año serían: Morena, mil 703 millones de pesos; PAN, 936 millones; PRI, menos de 882 millones; PRD, poco más de 431 millones; Partido Verde, menos de 412 millones; Movimiento Ciudadano, casi 397 millones, y PT, poco más de 377 millones.
Yo que no milito en ningún partido, pero que sí me interesa la política de mi País, no sé a estas alturas qué le conviene más, si tener un montón de partidos políticos a los que hay que mantener, entre ellos algunos convertidos en negocios familiares, o si endurecer las reglas para reducir el número y al mismo tiempo modificar la fórmula para obtener la bolsa del financiamiento, ya que de no hacerlo el monto se repartiría sólo entre los dos o tres partidos sobrevivientes.
El Instituto Electoral de Coahuila abrió el 1 de enero el proceso electoral 2020 en el que la ciudadanía elegirá diputados al Congreso del Estado. Dicho proceso no merece la indiferencia ciudadana por tratarse de elecciones intermedias en las que no se eligen autoridades municipales o gobernador, ni presidente, diputados y senadores de la República. Esta elección requiere de un cuidadoso seguimiento y, sobre todo, de la participación ciudadana, tanto en la emisión del voto como en el apoyo al IEC en la realización de la votación.