'Beli para presidente', dicen. Pero la cantante debe al SAT 20 millones de pesos
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Belinda compartió en sus redes una serie de fotografías en las que visita desde niños hasta ancianos, personas en silla de ruedas y costureras... Mientras que pudo haber ido a la cárcel.
“Lo que Belinda quiere de AMLO”, se titula la columna publicada en El Universal por Javier Tejado Dondé, en la que explica los adeudos de la cantante con Hacienda, nada más y nada menos que 20 millones de pesos.
Al mismo tiempo circulan por las redes sociales fotografías de la cantante visitando a grupos de personas, desde niños hasta ancianos. En las imágenes Belinda lleva una gorra del color oficial de Morena, toma del hombro a una costurera, le da un beso en la mejilla a una bebé, platica con una señora en silla de ruedas…
La propia Belinda fue la que subió las fotografías a su cuenta de Facebook y escribió: “Benditas redes sociales, ese espacio donde compartimos lo que nos gusta de la vida y en el que tenemos que construir lo que nos gusta para nuestro país. Las redes pueden ser herramientas para fomentar la inclusión y combatir la desigualdad y la pobreza #PasemosDelYoAlNosotros”.
Pareciera que la cantante hace campaña, y hasta en las redes se puede leer: “Beli para presidente”.
Recordemos que Belinda acompañó a Andrés Manuel López Obrador en su cierre de campaña. Según la columna de Tejado Dondé, incluso ésta intentó acceder al escenario colocado a un costado del Zócalo capitalino, en donde AMLO daba su discurso de victoria el 1 de julio.
Ahora, se sabe que la cantante “la libró”, puesto que pudo haber ido a la cárcel. Sucede que Belinda Peregrín Schûll pagó millones de pesos, en efectivo, a sus tarjetas de crédito para saldar sus cuentas, cosa que alertó (hace cinco años) las alarmas del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
“Según varias juntas celebradas con ella, aceptó haber realizado los pagos (pensando que no quedarían registrados) y culpó a su contador de defraudación fiscal”, apunta la columna de Dondé.
Ahora, Belinda “cambiaría de bando”, pues ya antes hizo amistad con varios inquilinos y funcionarios tanto de Los Pinos, como de varias dependencias federales, apunta la columna.
Dondé señala que con el triunfo de AMLO sería “una mala señal que se le permitiera seguir utilizando su cercanía con el poder para poder continuar teniendo un trato preferencial”.
