Capos ordenaron desde Chicago desaparecer a los 43 de Ayotzinapa y a otros 17 más, revelan
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En las conversaciones, los capos hablan de “60 paquetes”, como alusión al número de personas capturadas y desaparecidas la noche del 26 de septiembre de 2014, explica el periodista Roberto Zamarripa para el Reforma
Un total de 60, y no únicamente 43 estudiantes normalistas de Iguala, Guerrero -como se ha sostenido desde hace tres años y medio-, habrían sido las personas desaparecidas el 26 de septiembre de 2014, en aquel estado.
Según declaraciones a las que tuvo acceso el diario Reforma, en las que jefes de la organización criminal Guerreros Unidos (GU), capturados en Chicago, Estados Unidos, revelaron las que podrían ser nuevas líneas de investigación sobre la llamada “noche de Iguala”.
El rotativo –que accedió a las conversaciones entre ocho líderes de GU que están en juicio en EU y operadores criminales en Iguala- publicó detalles sobre la muerte de seis personas más y la participación de las policías municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco en las desapariciones.
De acuerdo a la información publicada éste jueves, un juez autorizó a agencias de EU interceptar 11 teléfonos celulares entre finales de 2013 y octubre de 2014 como parte del caso contra narcotraficantes de Guerreros Unidos.
Entre tales conversaciones, se detectó una comunicación especialmente “intensa” entre el 24 de septiembre y el 24 de octubre de 2014, donde impera la confusión.
“Los integrantes de GU creían que un grupo del grupo criminal Los Rojos, enviados por Santiago Mazari, ‘El Carrete’, pretendía tomar la plaza de Iguala y supusieron que la movilización de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, -quienes pasaban por Iguala para ir a la manifestación del 2 de octubre en Ciudad de México- era parte de la operación rival”, informó Reforma.
Los datos dsponibles destacan que una de las conversaciones que aportan nuevas pistas sobre lo que aconteció el 26 de septiembre de 2014, es de "Silver", uno de los jefes de Guerreros Unidos (testigo protegidos en EU), quie pregunta cómo van las cosas y después ordena cerrar las entradas a Iguala aquella trágica noche.
"Silver" recibe un reporte de un personaje identificado como "Aníbal", que le informa sobre cómo se salió de control el operativo contra el grupo rival: "Solo que llevaban 60 paquetes ya guardados (en referencia a personas detenidas-desaparecidas) y otros con San Pedro (asesinados) de aquellos y solo heridos de este lado, incluyendo la sirvienta de 'El Oso'".
Principalmente a través de mensajes por Blackberry, las conversaciones indican que los integrantes de Guerreros Unidos reportaron a sus jefes en Chicago que grupos de “Los Rojos” intentaban “tomar la plaza” de Iguala y que viajan en camiones.
En ese momento, los acontecimientos dan un giro de tuerca cuando Pablo Vega, otro de los jefes de GU en Chicago y quien ahora está detenido en una cárcel del estado de Illinois, habla con “Vitola 08”.
Resulta que Vega cree que en los camiones que llegaron a Iguala “iban los contras”, en referencia a sicarios de “Los Rojos”. No obstante lo anterior, “Vitola 08” explica que en las unidades viajaban estudiantes normalistas: “También los ayotzinapos fueron a hacer su desmadre a los autobuses”, dijo, “en los autobuses eran los ayotzinapos”.
La confusión crece cuando Pablo Vega replica: “Pero la balacera era contra ‘Los Rojos’, algo así me dicen”. “Vitola” dice entonces que los policías municipales que apoyaron a los sicarios de GU dispararon contra el camión era de Los Avispones, un equipo de futbol de tercera división.
“Pensaron que eran ayotzinapos y empezaron a balacear a los futbolistas”, expresó “Vitola” a su jefe. Vega condena el error y después asegura que entre los detenidos-desaparecidos estaban estudiantes, le reclama: “Es una pendejada, eso nos va a costar el negocio”.
La información dada a conocer, abre, sin duda alguna, nuevas líneas de investigación sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa hace tres año y medio, pero en las grabaciones a las que hasta ahora se tuvieron acceso, todavía no hay datos que respondan la pregunta más importante del caso: ¿En dónde están los 43?
Una semana después, “Covra” continuaba sin conocer la respuesta: “En la madre. Tantos.. ps dónde los metieron? Tantos”.
