Crónicas de la corrupción

PRIMERA CRÓNICA.- Finalmente la cuerda se rompe por el lado blando y cuando el grupo de la Chema nostra se sentía asegurado en el poder coahuilense, que se les aparece el fantasma de la corrupción con la que opero el grupo en los últimos 20 años y a los evidentes descuidos a lo inusitado del tamaño de los boquetes dejados, esos convertidos en: suntuosas residencias, ranchos, terrenos estratégicos y mieses para las próximas 3 generaciones de chemitas.

La denuncia de la existencia de empresas fantasmas sobre las que se facturaban sumas millonarias de obras inexistentes y servicios no prestados, les brotaron a Chema Fraustro y su taimado amigo de francachelas y tranzas en un desfalco superior a los 400 millones de pesos y agárrense porque de rascarle hay más trapacerías.

Apresurado, el hasta hoy secretario de Finanzas cree que con una simple declaración de que no es cierto, se puede tapar el boquete en las cuentas de la máxima casa de estudios, como si tuviera la calidad moral el sujeto, que negoció la deuda de Coahuila a 30 años más aumentándola a cerca de 80 mil millones de pesos. Haya cosa.

Dicen que Chema trae seguidillo desde hace varios días, sobre todo porque no hay para donde hacerse con este descubrimiento que le atañe y afecta. Pero bueno, su destino será ahora salir del gobierno a disfrutar sus riquezas y emprenderla con el negocio del fracking, en el que aposto una gran cantidad de billetes para sí y como prestanombres. Tic tac y la bomba explota.

SEGUNDA CRÓNICA.- Las herencias malditas del primer Reich Coahuilense de Rubén “N” (asi como los raterillos son identificados) están supurando la podredumbre y apuntan hacia los espacios de la transparencia, quien junto con la corrupción parecerían ser las dos constantes de nuestros gobiernos de a pie.

Coahuila ocupa el penúltimo lugar en el rubro de cambios en el portal de internet. Un vergonzoso penúltimo lugar nacional. Además tiene semáforo amarillo en los rubros de Datos legales, Datos Abiertos así como el rojo en los cuatro indicadores restantes que son colaboración vertical y horizontal, así como interfaz y en el total de la puntuación.

Y para acabar por lo que hace al índice de transparencia fiscal medio en lugar de mejorar, tiende a descender, señaló la consultora ARegional, y bajo ese contexto Coahuila está en la sexta peor posición ahora, tras caer 11 niveles.

Y, ¿cómo no vamos estar de mal en peor si a Finanzas del estado llego el hacedor de parte de la fortuna de la Chema nostra y al combate de la corrupción, quien le llevaba las gorditas de la campana a Rubén “N” cuando laboraba en la SEP Estatal? De mal en peor Riquelme y todo por no sacudirse de este lastre.

TERCERA CRÓNICA.- Otra herencia maldita mora en el IEEC, siendo la última ocurrencia de su presidenta (La hija del funcionario estatal) declarar que la consulta para saber si habrá corridas de toros o no en Coahuila costaría 100 millones de pesos.

La funcionaria asumiendo funciones que difícilmente entiende, ya que el Instituto que preside fue vetado la ciudadanía en 2017, se atreve al amedrentamiento de la población con alegatos infundados y haciendo eco a una triquiñuela de algunos diputados, en el sentido de acudir a una consulta popular con temas baladíes, cuando por temas que pretendieron la disolución social como los matrimonios del mismo sexo, la adopción gay y ahora el aborto nunca se preguntó a los ciudadanos su parecer.

Gabriela de León vuelve a ser comparsa de sus patrones, su prestigio ya de por sí en los suelos, es una agresión en contra del bien social objetivo de un buen gobierno y de la convivencia de sus ciudadanos.

Ya nada más falta que el argumento de la entregada funcionaria sea igual al de Rosario Robles en la Cámara de Diputados durante su reciente comparecencia, “soy víctima de la violencia política de género”.

Escribe el periodista Adrián Garza: “Hínquese ante la tempestad, Gabriela. Haga una visita al Santo Cristo de la Capilla. Confiese su pecado. Porque la verdadera justicia, para usted y para él (para ellos), será divina y despiadada. Dios no puede perdonar, aun siendo un padre bueno, una infamia tal. Pero el arrepentimiento ante la muerte es gracia divina. Usted no ha muerto del cuerpo (y Dios le dé larga vida), pero socialmente está liquidada. Y su espíritu, Gabriela, ha fenecido ante el latrocinio electoral y la consumada infamia.”. ¿Visitó al Santo Cristo, Gabriela?...