Einstein en corto
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Doce rasgos del más preeminente científico de todos los tiempos, a 100 años de su famosa ‘Teoría de la Relatividad’
En 1905 el físico alemán Albert Einstein era un simple empleado en una oscura ‘Oficina de Patentes’ en Berna, Suiza, un trabajo que le dejaba mucho tiempo para pensar en sus postulados sobre los complejos fenómenos de la Física que trataba de definir.
Fue en ese tiempo que puso por escrito su ‘Teoría de la Relatividad Especial’.
Como una consecuencia lógica de esa teoría, dedujo la ecuación de la física más conocida en la actualidad: la equivalencia masa-energía, representada por una simple ecuación: E=mc² (la energía E es igual a la masa m, por el cuadrado de la velocidad de la luz c²).
Diez años después, en 1915, hace justo una centuria, presentó la Teoría de la Relatividad General, en la que reformuló por completo el concepto de la gravedad.
Su trabajo inspiró el estudio científico del origen y la evolución del Universo, que llevó a una nueva rama de la física, hoy llamada cosmología.
En 1919, durante las observaciones de un eclipse solar se confirmó su predicción de la curvatura de la luz por efecto de la gravedad. A consecuencia de ello fue idolatrado por la prensa, que lo convirtió en un ícono de la ciencia y en un científico mundialmente famoso.
En 1921 ganó el Premio Nobel de Física pero, contrario a lo que comúnmente se piensa, no fue por la Teoría de la Relatividad (el científico a quien se encomendó la tarea de evaluarla no la entendió), sino por su sencillez para explicar su teoría sobre los efectos fotoeléctricos.
Ante el ascenso del nazismo, Einstein abandonó Alemania, su tierra natal, y en diciembre de 1932 llegó a a Estados Unidos, donde se dedicó a la docencia en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton.
Doce hitos sobre su vida
Albert Einstein es uno de los pocos científicos que ha logrado traspasar el ámbito de sus complejas teorías, para convertirse en una imagen popular de la ciencia universal.
Veamos algunas de sus facetas más destacadas.
1. Un espíritu libre
18 de marzo de 1879
Casi desde su nacimiento en Ulm, Alemania, Einstein fue estimulado por sus padres a desarrollar una mentalidad curiosa.
Por ejemplo, cuando aún era muy pequeño, su padre le regaló una brújula para que jugara. De inmediato, el niño se sintió cautivado por el movimiento de la aguja, de manera que pasaba mucho tiempo observando las características del ‘juguete’. Ese fue el principio de su gran interés por la ciencia.
2. Un rebelde muy capaz
1894
No obstante su evidente habilidad para las ciencias y las matemáticas, Albert mostraba una clara tendencia a rebelarse contra el sistema educativo de su Alemania natal, basado en memorizar y no en razonar los conceptos.
Por su rebeldía para alejarse de ese formato, sus maestros con frecuencia le dieron malas calificaciones. Incluso uno de ellos llegó a decir que Einstein “nunca llegaría a lograr nada”.
3. Su vida adulta comienza con un caos (1986)
Logra ingresar en la Universidad Técnica de Zurich, luego de haber fracasado en el examen de admisión.
En la universidad adquirió fama de faltar a clases y de pasar largas horas discutiendo sobre ciencia en las cafeterías de la ciudad.
A los 17 años renunció a su ciudadanía alemana para evitar ser reclutado por el servicio militar. Durante los siguientes cuatro años no perteneció a ningún país.
Luego de graduarse con calificaciones nada extraordinarias, decidió suspender su carrera académica. En ese entonces descubrió que su novia y compañera de estudios, Mileva Maric, estaba embarazada.
4. Trabajo de oficina y tiempo para pensar (1902)
Luego de dos años infructuosos de buscar empleo como profesor, una amiga lo ayudó a conseguir trabajo en una Oficina de Patentes en Berna.
El trabajo era tan aburrido y rutinario que, siendo ya famoso, solía bromear diciendo que ese empleo le dejaba tanto tiempo para pensar, que fue lo que le permitió entender y hacer más comprensibles sus enunciados sobre las teorías de la física.
5. El joven físico se convierte en profesor (1909)
No fue sino hasta 1909 cuando finalmente le ofrecieron un puesto como profesor en la Universidad de Zurich.
Para ese entonces logró comprender uno de sus razonamientos más relevantes: concluyó que cuando un hombre cae del techo de un edificio no puede sentir su propio peso.
Llamó a esta idea ‘el pensamiento más feliz de toda mi vida’, porque le permitió llegar a definir la Teoría de la Relatividad.
Fue también el año en el que comenzó a mostrar un creciente interés por la política y los temas morales, negándose a firmar un manifiesto que defendía las bases del Imperio Alemán, antes del inicio de la Primera Guerra Mundial.
6. Revolución en la física
25 de noviembre de 1915
Einstein anuncia su Teoría de la Relatividad, el producto final de ocho años obsesionado con la gravedad.
El supuesto básico de la Teoría de la Relatividad era que la localización de los sucesos físicos, tanto en el tiempo como en el espacio, son relativos al estado de movimiento del observador.
El cambio que introdujo en la noción del tiempo y el espacio desplazó las teorías mecánicas propuestas por Newton, y estremeció al mundo de la física por completo.
7. Un ícono mundial
19 de mayo de 1919
En 1919 el físico británico Arthur Eddington comprobó la teoría de Einstein que predecía que la gravedad deformaba la luz.
Para ello Eddington observó la oscuridad que se generaba durante un eclipse de Sol, en el cual la luz se iba distorsionando. Einstein estaba en lo cierto.
El experimento también tuvo implicaciones políticas: en el complejo clima mundial luego de finalizar la Primera Guerra Mundial, la confirmación de una teoría elaborada por un judío alemán —y comprobada por un británico— tuvo una poderosa resonancia a nivel internacional.
8. El Premio Nobel
9 de noviembre de 1922
Einstein recibe el Premio Nobel por sus valiosas contribuciones a la Física Teórica.
9. Batalla con la física cuántica
19 de octubre de 1927
Para este año la física cuántica era una fuerza imparable, dándole sentido a los comportamientos subatómicos de una manera que la Teoría de la Relatividad no podía lograr.
A Einstein le desagradaba la incertidumbre de la mecánica cuántica y buscó una teoría más completa. Eso le llevó a desarrollar una rivalidad pública con una de las eminencias de la física, Niels Bohr.
Einstein pasó gran parte del resto de su vida tratando de formular una teoría única que uniera los conceptos de la relatividad con la mecánica cuántica, un problema que aún permanece a la espera de ser resuelto.
10. La mudanza a Princeton
Octubre 1933
Empujado por el ascenso de Hitler al poder, Albert abandonó Alemania y aceptó un puesto de profesor en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton (EU).
Allí publicó varios estudios científicos, en su mayoría dedicados a mejorar el entendimiento de la Relatividad, pero permaneció consumido por la imposibilidad de encontrar una solución a su lucha con la física cuántica.
11. Promotor de armas atómicas
2 de agosto de 1939
En 1939 Einstein escribió al Presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, sobre la urgente necesidad de desarrollar armas atómicas.
Sintió que los físicos tenían el deber de contribuir a la lucha contra el fascismo. Sin embargo, terminaría arrepintiéndose de su participación en el desarrollo de la bomba atómica.
En los años siguientes se unió a organizaciones de derechos civiles, promovió el socialismo y defendió a sus amigos que fueron acusados de comunistas, lo cual tuvo un enorme impacto en un ambiente signado por el llamado McCarthismo, en Estados Unidos, que lo llegaron a etiquetar como una persona ‘sospechosa’.
El FBI le abrió un expediente que llegó a contener mil 500 páginas.
12. Un discreto final
18 de abril de 1955
Einstein murió a la edad de 76 años, como consecuencia de una hemorragia interna que se negó a atender médicamente.
No obstante hacer lo que muchos consideran la más grande contribución a nuestro entendimiento del Universo, murió frustrado por sus continuos fracasos para reconciliar sus teorías con el nuevo mundo creado por los físicos cuánticos, un debate que aún se extiende hasta nuestros días. (Redacción de Vanguardia)