Fallece Hubert de Givenchy; La alta costura está de luto
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El diseñador francés falleció a los 91 años. Conocido como el maestro de la elegancia, ha dejado un legado importantísimo en el mundo de la moda.
Al igual que Emmanuel Úngaro, el diseñador Hubert de Givenchy nació en Francia pero su familia era de ascendencia italiana.
El modisto y leyenda de la alta costura falleció este sábado, pero hasta ayer lunes se dio a conocer la triste noticia.
Tenía 91 años y su pareja escribió en un comunicado: “Es con infinita tristeza que el señor Philippe Venet informa el fallecimiento del señor Hubert Taffin de Givenchy, su compañero y amigo. El señor Givenchy se apagó en su sueño el sábado 10 de marzo del 2018. Sus sobrinos y sobrinas y sus hijos comparten su dolor”. Según el medio Clarín, el gran diseñador francés no quiso flores en su funeral, sino una donación a Unicef en su memoria.
Hubert James Marcel Taffin de Givenchy, mejor conocido como Hubert de Givenchy o simplemente Givenchy, nació el 21 de febrero de 1927 en Beauvais, Oise (a 70 kilómetros de París). Su familia no era común y corriente, su padre era marqués de Givenchy, pero a la muerte de este en 1930, el hermano mayor de Hubert llamado Jean-Claude de Givenchy (1925-2009) heredó el marquesado de la familia.
El modisto, contrario a lo que su familia quería, estudió en la Escuela de Bellas Artes de París, y se enroló en el mundo de la moda junto a Elsa Schiaparelli y Robert Piguet.
Luego de trabajar como aprendiz en los talleres de Jaques Fath (considerado junto a Christian Dior y Pierre Balmain como una de las tres influencias dominantes en la alta costura posguerra), abrió la “Maison Givenchy”, su primer taller en la capital francesa. Luego, conoció a un personaje que lo influenció de por vida, el modisto vasco Cristóbal Balenciaga. Para 1973, Givenchy se había fijado en los hombres y su necesidad por el buen vestir, por ello inauguró la colección “Gentleman Givenchy”.
En 1995 presentó sus últimas colecciones de alta costura y “prêt-à-porter”, no sin antes haber realizado trajes icónicos para su amiga Audrey Hepburn, la actriz Elizabeth Taylor, y personalidades como Jacqueline Kennedy, Grace Kelly y a duquesa de Windsor. La condesa de Bismarck también era parte de su larga lista de clientes y amigas, se dice incluso que tenía reservada una habitación en sus castillos para visitarlas.
El mejor oficio del mundo
“El vestido debe acomodarse al cuerpo de la mujer, no el cuerpo de la mujer a las formas del vestido”, decía el diseñador que aseguró haber vivido feliz por dedicarse a lo que amaba, por tener “el mejor oficio del mundo”. Luego de su retiro de las pasarelas, fue el británico John Galliano quien lo sustituyó. Pero no para siempre.
Alexander McQueen también le entró al “quite”, así como Julian Mc Donald y Riccardo Tiscci, sin embargo “nunca entendió a los diseñadores que eligieron para reemplazarlo”, apunta Clarín.
De hecho fue el año pasado, que la marca francesa Givenchy anunció a su nueva directora, la británica Clare Waight Keller. Se dice que fue cuando ella llegó a Givenchy, Hubert comenzó a cambiar su relación con la vieja Maison. Por su parte, Clare se conviritó en la primera mujer en este cargo.
Givenchy fue de aquellos modistos “chapados a la antigua”, perfeccionista, minucioso... artesano. La blusa Bettina fue en 1952 la nueva elegancia, una prenda simple y cofeccionada en algodón que cambió para siempre el mundo de la moda y de la alta costura.
Desayuno en Givenchy
> “Era como un matrimonio”, así difinió Givenchy su relación con la afamada actriz Audrey Hepburn.
> Cuando el diseñador francés conoció a la actriz la convirtió en su musa.
> La cinta “Breakfast at Tiffany’s” o “Desayuno en Tiffany” no hubiera sido la misma sin el diseño que confeccionó para Hepburn, el icónico vestido negro que acompañó con guantes del mismo color.
> Fue en Audrey Hepburn quien inspiró el primer perfume de Givenchy, titulado “L’ Interdit”. También la vistió para la cinta “Sabrina” (1954) del director Billy Wilder.
> La relación entre ambos duró casi cuatro décadas.