Hemos satanizado a la mariguana: Armando Luna, exsecretario de Gobierno de Coahuila

Armando Luna Canales, exsecretario de Gobierno de Coahuila habló sobre el propuesta de producir mariguana medicinal y la comparó con el opio, el cual ya es legal. Sin embargo consideró que la mariguana no ha tenido el mismo fin porque “hemos satanizado a la mariguana durante años”.

A finales del mes de octubre, Luna Canes hizo públicas sus intenciones de formar una empresa para sembrar y cosechar mariguana en algunas regiones de Coahuila, para destinar el producto a la fabricación de medicinas para la piel, pues desde hace años el exfuncionario también es accionista de la Droguería Dermatológica de México S.A de C.V., misma con la que realiza las acciones legales para comenzar las operaciones de siembra de mariguana.

Hasta ahora, el proyecto sigue en la etapa legal, pues los lineamientos publicados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en torno al tema no son suficientes para que en México se comience una industria con la mariguana.

Luna Canales señaló que en lugar de lineamientos, lo que hace falta es un reglamento oficial. 

“La propia ley exige un reglamento que todavía no existe; hay un proyecto de reglamento en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria que contempla la parte médica pero no contempla la etapa de producción. Ese es un gran problema, pues al no estar reglamentado dificulta mucho el hacer las cosas.

“Queremos y es lo que estamos planteando sembrar, creemos que esto hará que los precios sean más accesibles para el mercado y vamos a eliminar los problemas de importación”, señaló.

Luna Canales añadió que con estas modificaciones a la ley también se abrirá la posibilidad de realizar experimentos con las diferentes variedades de la planta, la cual se podría modificar para regular a voluntad la cantidad de THC, el principal constituyente psicoactivo de la mariguana.

“El país sí está preparado para el uso medicinal e incluso lo vemos de manera positiva. Por otra parte, el uso recreativo tiene otras vertientes. Otras problemáticas. En lo personal, las actividades, cuando lo prohíbes totalmente le es imposible a la ley regularlas. No hay manera de controlar los efectos negativos. Si está prohibido y nadie verifica la calidad del producto significa un riesgo para la salud”, señaló.