Impunidad ante desapariciones
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Violación a los derechos humanos, ciudadanos haciendo el trabajo de las autoridades, ¿la verdad no puede salir a la luz?
Por: CAROLINA QUEVEDO MIRANDA*
Hoy en día se ha normalizado el ambiente de terror mexicano. Estamos acostumbrados a escuchar como “levantan” personas y no volvemos a saber sobre ellas. Últimamente, este tema es muy comentado, pero no es nuevo.
Las desapariciones vienen destacando desde las olas de violencia de la Guerra Sucia en los años 70, solo que ahora, con tantos medios de comunicación, nos enteramos más sobre lo que está sucediendo o sobre lo que creamos que está pasando.
Y como era de esperarse, México es uno de los países con mayores desapariciones forzadas en el mundo y, lo peor de todo es que rara vez se encuentra o sanciona a algún culpable.
Violación a los derechos humanos y reflejos de impunidad
Casos como Ayotzinapa, en donde hay muchos indicios de quiénes fueron los culpables, tristemente ningún responsable paga alguna consecuencia, dejando en evidencia qué tipo de estado tenemos: un estado que violenta, desaparece y asesina a sus ciudadanos.
Pero ignoramos el desconsuelo y la frustración que muchos mexicanos sienten al saber que tal vez nunca podrán conocer del paradero de sus seres queridos, mientras que las instituciones que, se supone están hechas para proteger a los ciudadanos y avalar sus derechos, no mueven ni un dedo para hacer algo, y nunca sabremos lo que significa tener a un conocido o familiar desaparecido si nunca lo hemos vivido, provocando que al final los ciudadanos ya no tengamos fe en esas instituciones y hay quienes terminan buscando justicia por su propia mano.
Ciudadanos haciendo el trabajo de las autoridades
Los familiares de las víctimas con ayuda de la sociedad son las que hacen el mayor esfuerzo para demandar justicia y con esto también han logrado más resultados que el gobierno. En efecto, haciendo sus propias investigaciones y búsquedas, es la sociedad quien se ha movilizado para poder encontrar a los desaparecidos y tener la esperanza de volver a verlos.
Tristemente, estas acciones hacen que la sociedad se vuelva más vulnerable y se convierta en víctima del mismo delito. Sentencia un refrán: “Calladito te ves más bonito” y, resultado de esto, a la sociedad le da miedo denunciar lo que está pasando y con esto el problema se va haciendo cada vez más grande, pues las personas del Gobierno que sí hacen bien su trabajo no se enteran y no pueden ayudar a la sociedad que sufre y necesita de su ayuda.
Al final, la sociedad sale perdiendo como siempre, o teniendo el mismo final que sus familiares desaparecidos, o buscando toda su vida para obtener respuestas que nunca llegarán.
¿La verdad no puede salir a la luz?
Existen casos de personas que se quieren informar sobre lo que está pasando y desaparecen. Sucede con periodistas y activistas a quienes buscan silenciar. Son personas que dan su vida por su profesión y, al final, nadie termina conociéndolos y su trabajo se pierde igual que ellos.
Creemos lo que dicen los medios de comunicación, que a veces distorsionan la información para así tener a la sociedad en la palma de su mano, nos generan miedo para justificar todas las acciones que están haciendo y que podamos tener “paz” y ellos puedan seguir teniendo el poder y haciendo lo que quieran con la ciudadanía.
Algunos medios de comunicación hacen una cortina de humo para que nosotros, la sociedad, nos distraigamos y no nos demos cuenta de qué es lo que está pasando verdaderamente en nuestro País. Al final de todo, la sociedad mexicana terminará creyendo lo que dicen los noticieros “confiables”, los que no nos podrían mentir.
En México ya nos comparan en desapariciones forzadas con Siria, un país que actualmente está en un conflicto. Nos dejamos mentir por lo que dicen los medios de comunicación, creemos que las personas desaparecen es porque están metidas en el narco o delincuencia. La verdad es que actualmente la mayoría de las desapariciones no son por eso, sino porque una persona salió a la calle a correr, a bailar, o a cualquier cosa. Son casos muy cerca de nosotros.
Debemos de dejar de normalizar y empezar a tomar acción sobre lo que está pasando, informarnos y cuidarnos a cada uno de nosotros. Forzar a las autoridades a hacer su trabajo como debe de ser y especialmente con justicia, trabajar juntos contra esta guerra del terror para que al final no le pase a algunos de nuestros conocidos, familiares o a nosotros.
* Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey.