Inexorable
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Y, como la Primavera, pasará el Otoño. Que se abra la puerta al suave aroma de los años dorados por el tiempo. El paso del tiempo, ese ente que a tantos asusta. Lo abstracto que se va volviendo concreto cuando se asoma a los ojos, a la piel, a la salud.
Aunque inexorable, es el tiempo protagonista de cuanta campaña de publicidad aliente la posibilidad de aminorar sus efectos. Así, las mascarillas, ya naturales, ya fabricadas; la dieta, los cosméticos, todo orientado a tratar de favorecer su detención.
La mercadotecnia aprovecha muy bien las sensaciones de todos aquellos que experimentan la aparición de los primeros signos y, gradualmente, el deterioro de las facultades. Si los niños y los jóvenes constituyen un buen mercado, pronto se percató la ambición mercantilista que el proceso del envejecimiento también lo integraría.
Haciendo a un lado, si ello es posible, todo lo que alrededor de la mercadotecnia se promueve en busca de la fuente de la eterna juventud, vale la pena detenerse a observar lo que las investigaciones serias pueden aportar para vivir el proceso de la mejor manera. Los autores del libro “Antiaging, vive más años sintiéndote más joven”, Julián Bayón y Manuel Sánchez, de España proponen afrontar este periodo del tiempo justamente enfrentándolo. Aceptando, en primera instancia (a veces lo complicado) que no se trata de tomar una medicina contra el envejecimiento. La terapia antianging estudia los múltiples factores que forman parte del proceso del envejecimiento. Se trata de “amortiguar los posibles males, de controlarlos”, hasta donde ello, por supuesto es posible. Lo interesante es abordar el tema no en abstracto, sino en lo que a cada persona ocurre en lo particular.
En tiempos como el que corre, pensar en el envejecimiento es prácticamente estar fuera de tono. Lo ideal es propiciar precisamente el tema de la eterna juventud, y es entonces que aparecen los disparates en los que mucha gente puede llegar a caer. Vivir a plenitud la etapa, con la ilusión de los primeros años, es quizá la mejor de las terapias posibles.
El momento actual resulta de práctica utilidad. Estamos en la era en que el estudio y la comprensión de la genética favorecen numerosos estudios sobre la nutrición. Así, gracias a los más avanzados estudios en la materia, se es capaz de valorar cuáles son los alimentos necesarios en virtud del estado y la condición de las personas mayores, y hasta de prevenirlo desde tempranas edades.
Indagar las alternativas para vivir bien la etapa de envejecimiento es la mejor forma de enfrentarlo con salud mental. La marcha del tiempo no tiene por qué impedir la buena marcha de una salud controlada gracias a dietas y medicamentos adecuados para cada organismo.
Por supuesto, cada quien es libre de entender y enfrentar este momento de sus vidas de la forma en que así lo desee: ya para sentirse más joven; ya para sentirse solamente mejor. Optando por una u otra manera, si el resultado es llegar a sentirse lo más cómodo posible, entonces cualesquiera de las decisiones tomadas funcionarán.
Que caigan las hojas doradas del Otoño. Y se renueve, en cada ciclo, la vida.
Centro Histórico
Como parte de la remodelación hecha a esta emblemática parte de la ciudad, es plausible la idea de volver la Plaza de Independencia, conocida como de Armas, y sus alrededores como un espacio incluyente, donde la convivencia entre todos los habitantes sea armónica. En ella, incluida la parte más vulnerable de nuestra sociedad, las personas con capacidades diferentes. Lo que sí resulta deseable es conservar ahí la Fuente de las Ninfas, pues se ha consolidado como atractivo y símbolo del paisaje urbano. Además de constituirse en hermosa nota de alegría por su espejo de agua, es al mismo tiempo, evocadora referencia al nombre de nuestra ciudad. Es posible conjugar tradición y renovación.