La complejidad de la vida nos ha rebasado como padres: socióloga
“Antes, las bandas de pandilleros eran chavos ‘banda’ que competían por el territorio de la colonia y que no sacaban la pistola para matarse"
Hortensia Hernández Méndez, socióloga y maestra en Desarrollo Social en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) asegura que hace 30 años la niñez estaba preocupada por el cuidado de la ecología, jugar en el campo y hacer otras actividades relacionadas con la educación, ahora la complejidad de la vida “nos ha rebasado como padres”, pues cada vez más la sexualidad está más expuesta en medios de comunicación e Internet y ahora es natural tener una sociedad mucho más violenta.
“Sí jugaban a la guerra, porque siempre ha estado presente en la historia de la sociedad, pero los niños no tenían tanto acceso a información en la televisión o a contenidos violentos.
“Antes, las bandas de pandilleros eran chavos ‘banda’ que competían por el territorio de la colonia y que no sacaban la pistola para matarse. Pero ahora vemos reproducciones a balazos y eso es lo que se reproduce en los niños”, expresa Hernández Méndez.
Asimismo, la académica menciona el estrés por el que atraviesan los hijos por tener una vida acelerada, dentro de una sociedad competitiva que “si no sobresalimos no somos nada”.
“Ahora hablamos que nuestros hijos tienen estrés porque vivimos en una vida acelerada que también nos exige a nosotros como padres exigirles a ellos como hijos, porque estamos en una sociedad competitiva y porque si no sobresalimos, entonces no somos nadie”, y asegura que algunos expertos atribuyen a que vivimos en una sociedad líquida, llamada así porque “todo se escurre como el agua y en lo que todo pasa rápido”.
Los cambios culturales en los niños se han trasladado también a la forma en la que se ve la sexualidad, pues hasta hace 30 años no estaba tan expuesta en los medios de comunicación. En cambio, ahora está implícita en la música, en los medios y ha dejado de ser un tabú para convertirse en un producto de la mercadotecnia.
La especialista recuerda que hace algunos años había mayores restricciones del Estado para ver programas de televisión con contenido sexual o eran para adultos y ahora esos mismos contenidos pueden transmitirse por televisión abierta y estar expuestos a todo el público, incluidos los niños.
“Si estamos viviendo un momento violento o si estamos en un momento en el que tenemos más acceso a información no somos cuidadosos con nuestros hijos. Hablamos sin darnos cuenta de lo que decimos, por eso, nuestros hijos se parecen más a nuestros tiempos, más a que a nosotros como padres de familia”, aseguró la especialista.