La fe de un Pueblo Mágico

En Saltillo rara vez tenemos la oportunidad de presenciar exposiciones como esta. La calidad del montaje hizo de la galería de la Secretaría de Cultura (SEC) un interesante trabajo equiparado al de los museos de historia que hay en la ciudad. Y lo que potencialmente pudo ser una simple exhibición de piezas históricas es un paseo rico en detalles por un extracto de la cultura religiosa parrense.

Al entrar al recinto se encuentra una pantalla en la que se reproduce una animación sobre la muestra, frente a ella la hoja de sala con la explicación más general y en el siguiente espacio es donde se está el clímax de la exposición.

Las piezas, los exvotos, están protegidos dentro de domos o vitrinas con iluminación individual  controlada que logra la mejor apreciación de estas obras. Generalmente hay entre dos o tres pinturas en cada módulo que, en su parte inferior, a una  altura accesible al público, presenta las fichas de las obras y, en las mayoría de las ocasiones, una “traducción” del agradecimiento más relevante de lo que hay ahí montado.

La exposición sigue la línea cronológica que la curadora, la Dra. Ana Isabel Pérez-Gavilán, designó, estas vitrinas van guiando al espectador por un recorrido fácil y ameno de seguir. Un arreglo loable considerando la disposición casi laberíntica de la galería de la SEC.

Durante la inauguración de la muestra, la coordinadora de Artes Visuales de la SEC y encargada de adaptar la museografía a este espacio, explicó el trabajo que realizó Miguel Canseco y un equipo multidisciplinario de diseñadores. La principal línea que dirigió el diseño fue la naturaleza itinerante de la exposición.

“Se planteó como una museografía que le diera realce a las piezas”, explicó la maestra Dávila, “se pensó que fueran modulares porque sería una exposición iba a itinerar”. Expuesta por primera vez en el Museo del Carmen en la Ciudad de México en noviembre de 2013, fue también pensada para este Museo en particular, que posee de la misma manera que la galería de la SEC, una cualidad complicada para quien la visita.

Ha sido adaptada a cada espacio donde se ha exhibido. En el caso del Museo del Carmen disponía de audios que servían de guía al espectador, aunque en esta ocasión fueron reemplazados por los textos en las paredes del recinto. También en algún momento fue expuesta con una sala de consulta, con los libros producto de esta investigación y libros de Coahuila.

“Se pensó que fuera una exposición itinerante y que pudiera ser como un museo de sitio móvil”, añadió, “había que darle esta envergadura de calidad y de patrimonio cultural. Es Coahuila fuera del estado”. Y tal calidad añade al valor de esta muestra que estará hasta el 30 de agosto y que es una mirada a las expresiones culturales y religiosas que no deben perderse.