¿Listo para morir?
COMPARTIR
TEMAS
Más allá de los accidentes de tránsito y de la guerra contra el narco, hay muchas cosas que lo pueden matar, por ejemplo el tabaco, el alcohol y una vida sedentaria. Analizaremos esos tres villanos potencialmente letales. Y le diremos cómo neutralizarlos
Por: OMNIA
1. Su asesino favorito
A estas alturas usted ya habrá oído —en repetidas ocasiones— que el tabaco mata a miles de personas cada año. Y eso es precisamente lo que quiere decir: el tabaco es un asesino.
Entre más haya fumado mayores serán sus riesgos de cáncer, de enfermedades cardivasculares y de enfisema. Fumar también debilita su piel, volviéndola más propensa a las arrugas y a las disfunciones dermatológicas.
Dejar de fumar será bueno para su cutis porque el tabaco suprime la producción de colágeno, lo que significa que acorta el camino hacia el deterioro de la piel.
Por otra parte, el cigarro propicia la producción de radicales libres, moléculas de oxígeno altamente reactivas que dañan el ADN de las células y aumentan el riesgo de cáncer.
El tabaco también contribuye a la oxidación del colesterol, y cuando el colesterol se oxida, se embarra en el interior de las arterias con resultados desastrosos para el sistema cardiovascular.
Pero aunque no lo crea, hay buenas noticias: usted puede minimizar el daño, e incluso puede
revertirlo. Lo único que tiene que hacer es abandonar el vicio de fumar. Ahora mismo.
El riesgo de muerte prematura disminuirá por cada día que pase sin prender un cigarrillo. Y si hace 10 años que no fuma, su riesgo de muerte asociado al tabaco no será mayor que el de aquel que nunca ha fumado.
2. Un elíxir llamado etanol
Beber en exceso no combina con una vida larga. Tomar de más es la causa de muerte prematura que sigue en la lista, después de fumar. Y si fuma y bebe, entonces usted está metido en un serio problema.
El alcohol incrementa el riesgo de enfermedades cardiacas, de daño al hígado y de osteoporosis (aparte de orillarlo a sufrir un accidente fatal).
Una cosa es clara: si usted toma en exceso, debe detenerse y reflexionar. Así de simple.
Durante los últimos 15 años se ha insistido en que beber con moderación podría ser bueno para la salud, pero hay muchos hilos pendientes de esta aseveración: que si el vino tinto, que si la cerveza, que si un trago de tequila, que si dos…
Dicen que ingerir una pequeña cantidad de alcohol como parte de la comida puede ser saludable, y los investigadores han tratado de encontrar cuál es esa ‘pequeña cantidad’ a la que llaman ‘saludable’.
En esa búsqueda han llegado a la conclusión de que 15 mililitros de alcohol (puro) debería ser el límite.
Esto significa no más de una copa de vino de mesa, una lata de cerveza o un trago (un caballito de bebidas fuertes (pero no todo a la vez).
Sin embargo, esto no es válido para todo el mundo, ya que hay personas que son más vulnerables que otras a los efectos del alcohol.
Lo que sí se sabe es que mientras menos tome mejor estará.
En cualquier cantidad que usted lo ingiera, el alcohol mata células en cada órgano de su cuerpo, y sobre todo en las capas exteriores de la corteza cerebral, que es la que procesa el pensamiento complejo (a la edad de 50 años, un bebedor tiene el cerebro de un individuo de 90 años).
Ahora bien, se sabe que todas las partes del cuerpo que pierden células a consecuencia del alcohol pueden producir células nuevas, a excepción del cerebro.
3. Su estilo de vida
Cuando íbamos a la Primaria nos preguntábamos para qué se había inventado la clase de Educación Física. Nunca nos dijeron el porqué, pero ahora sabemos que allí se encuentra el germen de una vida más larga y saludable.
Es simple: la gente activa vive más que la que sedentgaria. El riesgo de mortalidad de la gente que se mueve a lo largo del día, es la mitad de aquella que lleva su existencia sentada en un sillón.
Pero no es sólo el riesgo de muerte, es también el riesgo de desarrollar una disfunción severa, como por ejemplo diabetes, osteoporosis, hipertensión y altos niveles de colesterol.
Pero usted puede lograr grandes beneficios para su vida, a cualquier edad que inicie un plan de ejercitamiento cotidiano. Un estudio realizado a más de 10 mil graduados de Harvard mostró que los varones previamente inactivos que comenzaron a ejercitarse de manera moderada a edades entre los 55 y los 85 años, redujeron el riesgo de muerte por cualquier causa en un 25 por ciento, y el riesgo de muerte cardiaca en un 40 por ciento.
Es bastante claro que el ejercicio mejora la capacidad pulmonar, incrementa la fuerza de los músculos y tendones, reduce el colesterol total y el colesterol malo, disminuye la presión sanguínea, incrementa la irrigación del cerebro, mejora la habilidad del torrente sanguíneo para disolver coágulos y fortalece el sistema inmune.
La clave para gozar de los beneficios de la actividad —y revertir el daño causado por años de flojera—es adoptar el ejercicio regular como parte de su vida diaria.
Usted debería ejercitarse al menos 30 minutos cada día. Para las personas de edad avanzada, la caminata vigorosa constituye el ejercicio aeróbico ideal, pero este grupo no debería descartar el ejercitamiento con pesas, que genera más fuerza muscular y mayor vitalidad.
Las pesas no son sólo para los jóvenes; un especialista en la materia le puede ayudar a diseñar un programa que sea apropiado para usted, sin importar la edad que tenga. Sólo asegúrese de que su médico esté de acuerdo.
Finalmente haga esto
A fin de minimizar los efectos del sedentarismo usted necesita un plan de tres puntos. La idea es que mantenga el vigor día con día; y aún después de que se acabe la jornada. Para lograrlo haga esto:
No pierda la caminata
Veinte minutos de caminata y de luz natural le proporcionarán un empuje parecido al de la cafeína, y lo mantendrán en estado de alerta durante toda la jornada.
Además, la caminata le dará hambre, y eso es excelente porque le permite tomar un buen desayuno para iniciar el día lleno de entusiasmo.
Trabaje sus arterias
El ejercicio no sólo le hará quemar grasa sino que le ayudará a mantener sano su corazón; también le
ayudará a permanecer mentalmente alerta. Sin importar la edad, usted debe mantenerse activo física y mentalmente.
Proyecte vitalidad
No permanezca sentado todo el día, Muévase de su lugar de trabajo y cuando se mueva hágalo con
agilidad. Cruce hasta el otro lado de la oficina, platique con la gente, pero sea breve, muestre la clase de apoyo y el carisma que tiene. No le darán un aplauso, pero a la gente que le rodea le fascinará. (De la Carta de Salud OnHealt)
Nunca se subestime
La mayoría de la gente ha cometido el error de creer en un viejo mito: la energía y la vitalidad pertenecen a los jóvenes.
A ojos de nuestra sociedad, cuando usted tiene 20 años está lleno de vida, cuando tiene 40 ya no lo está, y cuando tiene 60, está liquidado. Sin embargo, esa sabiduría no es correcta.
La energía no sólo es algo que se manifiesta a travez de su cuerpo. La energía también puede y debe ser proyectada a travez de su mente. Para lograrlo manténgase actualizado sobre lo que acontece en su entorno, incluyendo la ropa que viste, la tecnología que usa y lo que sucede en el mundo, en el país y en la región en la que vive.