Michel Piccoli, Larry Kramer y los dos Héctor
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Todavía en mayo y los primeros días de junio nos enteramos de más muertes de varios creadores del Séptimo Arte internacional tanto de causas naturales como debido a complicaciones con el COVID-19.
Así, el 12 de mayo falleció a los 94 años de edad de causas naturales en su natal Francia el primer actor Michel Piccoli, a quien se le recuerda por numerosos papeles memorables particularmente bajo la dirección de algunos de los más importantes directores de la historia del cine como el español Luis Buñuel (con quien trabajó en seis películas); Claude Sautet (en cinco); Alfred Hitchcock (bajo cuyas órdenes interpretó al antagonista principal de su película “Topaz”, de 1969); Jean-Pierre Melville; Louis Malle; Alain Resnais y Jean-Luc Godard, entre otros más. Su primer gran éxito junto a este último fue interpretando al esposo del símbolo sexual Brigitte Bardot en “El Desprecio”, de 1963.
Dirigido por Buñuel, Piccoli trabajó también con otras memorables actrices como Jeanne Moreau en “El diario de una recamarera”, de 1964; junto a Catherine Deneuve en “Bella de día” de 1967 y participó en la ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera de 1972 por “El discreto encanto de la burguesía”, de 1972. Reconocimientos individuales a su talento se le dieron tanto al Mejor Actor del Festival de Cine de Cannes en 1980 por su trabajo en “Salto en el vacío”, del italiano Marco Bellochio y el Oso de Oro de Berlín al Mejor Actor de 1982 por “Un asunto extraño”, de su compatriota Pierre Granier-Deferre, entre otros premios más.
El 27 de mayo fue el día en que dejó de existir en la ciudad de Nueva York a consecuencia de una neumonía que se complicó debido al coronavirus el reconocido dramaturgo norteamericano Larry Kramer a los 84 años de edad, luego de una prolífica vida tanto como escritor pero también como activista a raíz de haber adquirido el Sida en los años 80 luego de haber tenido un primer reconocimiento importante con una nominación al Oscar al Mejor Guion Adaptado de 1969 del clásico “Mujeres apasionadas” y quien en el 2014 tuvo a su vez una nominación a un Emmy al Mejor Guion de Miniserie o Película para Televisión de su célebre pieza teatral “Un Corazón Normal”, de Ryan Murphy.
Para terminar, con la llegada de junio fue el cine mexicano el que se cubrió de luto con el fallecimiento consecutivo de dos primeros actores surgidos en el cine mexicano de los años 60 pero provenientes de los escenarios teatrales como Héctor Suárez y Héctor Ortega, ambos de causas naturales a los 81 años de edad. Suárez fue nominado a un Ariel a la Mejor Coactuación Masculina de 1972 por el clásico “Mecánica Nacional”, de Luis Alcoriza, aunque personajes que lo consolidaron en el cine nacional fueron “El Tirantes” en “Lagunilla, mi barrio” (Raúl Araiza, 1981) y “El Milusos”, de Roberto G. Rivera, en 1962.
Ortega, por su parte, fue nominado por primera vez al Ariel al Mejor Actor de 1977 por su soberbia interpretación de Belisario Domínguez en “Cuartelazo”, de Alberto Isaac, y bajo las órdenes de este último ganó al del Mejor Actor de Cuadro de 1987 por “Mariana, Mariana”. Descansen en paz.