Muchos militares y empresarios no pueden justificar lo que tienen
COMPARTIR
TEMAS
Una vez que Federico Arreola –presidente de SDP Noticias y Deforma– circulaba en su auto por las calles de la CDMX, escuchó el himno nacional que ponen las estaciones de radio a la media noche y pensó que debería cambiarse la estrofa esa de “un soldado en cada hijo te dio” por la de “un sicario en cada hijo al narco le dio”.
Les platico la culminación de mi narrativa sobre el panel “Gobernabilidad, medios y la 4aT”, que moderé en la Semana de la Comunicación que culminó ayer exitosamente en la Facultad de esa especialidad de la UANL.
Aplaudo el enorme esfuerzo de Ángel Quintanilla, presidente del Consejo Consultivo Externo de esa escuela, y de quienes apoyaron y participaron en éste evento que tuvo repercusión nacional.
Ahora sí, sigo con lo dicho por Federico en su intervención ante sus compañeros panelistas Gustavo De la Garza, presidente de Marcatel, y de Fernando Turner, fundador de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI).
Los programas sociales de López Obrador están diseñados para evitar que existan esas reservas o milicias inmensas de jóvenes que tiene el narco. Y los programas sociales del gobierno están diseñados para evitar eso. Yo no sería tan pesimista.
Tenemos muchos problemas qué resolver en ese tema y hablando de los 2mil pesos que se les dan a los jóvenes, además de ser de elemental justicia social, no significa que sean para que se queden así, no trabajen y no traten de salir adelante. Creo que es una medida correcta para que no se vayan al narco.
Y pasando al otro tema abordado aquí, en su pragmatismo, el presidente ha tenido que reunirse con los oligopolistas y confío en que acercará a otros empresarios, principalmente de Monterrey y a muchos de los que están hoy aquí y podremos salir adelante.
(Y aquí -con el permiso de Federico por haberlo interrumpido- pregunto: ¿Seguirá el desfile de los presidentes de las empresas más grandotas –incluyendo las regias– por el Palacio Nacional para montarse convenencieramente en el discurso amloísta? Ya ven que Slim acaba de sacar boleto para el trenecito maya. Es pregunta, conste.)
El problema de Chile –siguió diciendo Arreola– nos está demostrando que una nación no puede –por mejor clase empresarial que tenga, por mejores cuentas nacionales que logre– estar cimentada en una desigualdad social terrible.
(Abro aquí un nuevo paréntesis para decir que ese tema -la desigualdad- fue abordada profusa y profundamente por especialistas y voces de gran resonancia nacional en México en el Encuentro Nacional Empresarial 2019 realizado por Coparmex el jueves y viernes de ésta semana en Monterrey, y de lo que ahí se dijo daré cuenta en mis próximos artículos.
Les anticipo que se va a poner sabroso porque entre otros muchos temas se habló de la ética de las empresas, que debe estar al mismo nivel o más elevada aún que la búsqueda de utilidades. Ahora sí, continúo con lo dicho por Federico.
Gustavo decía que él no es fifí, pues yo tampoco quisiera serlo, pero cuando Andrés dio la definición de fifí y dijo que es tener más o menos la fortuna de Slim, entonces pensé ya me jodí. Ya no le llegamos a eso.
Por lo demás, yo sí tomaría en serio lo que dijo López Obrador al mencionar las palabras malditas en América Latina, de que no hay posibilidades de un golpe de Estado en México porque el gobierno tiene un apoyo popular importante.
Nos hemos concentrado en la tragedia de Culiacán, pero nos olvidamos de lo de Aguililla. Dice el dicho que lo que no es lógico es metálico y en éste caso lo que no es lógico es golpista.
¿Por qué matar a 14 policías?, cuando el gobierno de Michoacán dijo que 50 policías escoltaban a una mamá y a su hija por un juicio familiar. ¿Tantos policías para un asunto como ese?
Solo conocía el caso de una guerra por una mujer y excepto que hayan estado trasladando a Helena de Troya no se entiende lo que pasó ahí.
Justamente en el momento en que Durazo presumía por primera vez una disminución ligera en la tendencia de homicidios dolosos, sucede lo de Aguililla y dos días después lo de Culiacán. Eso fue una traición a las fuerzas armadas, no me cabe ninguna duda.
Después, un general en retiro que trabajó con Calderón alborota a la gente y quien está detrás de ese militar es otro general que se llama Rafael Macedo de la Concha, que fue procurador con Fox y que estuvo muy activo en el desafuero de López Obrador, lo quería encarcelar.
Macedo de la Concha y otros personajes del pasado tienen miedo porque no resisten la menor auditoría o raspadita que les dé la Unidad de Inteligencia Financiera.
Los que están cayendo en este combate a la corrupción están cayendo muy fácilmente porque no pueden justificar sus cuentas. Si a cualquiera de nosotros, a todos los que estamos aquí en ésta sala, nos investigan va a quedar muy claro de dónde son nuestros recursos.
El abogado Collado, el de Salinas, el exministro Medina Mora, ellos no pueden justificar lo que tienen y habrá muchos empresarios que tampoco lo puedan justificar.
Hay un dicho: Sacristán que vende cera y no tiene cerería, ¿de dónde la va a sacar si no es de la sacristía?
Un general que no da permisos de nada a los empresarios, que no atiende obras públicas en la Sedena, ¿de dónde va a sacar recursos si los tiene de sobra? Pues del crimen organizado. Probablemente habrá muchos generales que se enriquecieron así, pero son fácilmente detectables y es lógico que tengan relaciones con esas mafias.
CAJÓN DE SASTRE
Mañana comenzaré a platicarles lo que sucedió en el evento nacional más importante de la Coparmex que tuvo lugar en éstas bárbaras tierras del norte.
placido.garza@gmail.com