Para Saraperos lo que queda es avanzar
En un ejercicio de análisis e intercambio de opiniones organizado por VANGUARDIA con distintos representantes del medio del beisbol, te presentamos el balance de la temporada de la Nave Verde
Una mala campaña, irregularidad, falta de análisis y decisiones equivocadas es como resumieron representantes de la directiva del Club Saraperos, aficionados y medios de comunicación la temporada 2016 de la Nave Verde en la Liga Mexicana de Beisbol.
Fernando Valdés,Gerente de medios; Jaime Garanzuay, administrador Sergio Treviño, titular de Televisa Deportes Saltillo y por parte de los aficionados estuvieron José Luis Sánchez y Adrián Estrada.
¿Y el Gerente Deportivo?
Los Saraperos de Saltillo al rededor del 75% de la campaña sufrieron la ausencia de un Gerente Deportivo tras la renuncia de Víctor Favela, que aunque sus funciones fueron absorbidas por la directiva, nunca encontraron el suplente adecuado, ni dar un análisis a los cambios que se tenían que realizar.
“Yo creo que si afectó, cuando se decide prescindir de los servicios del gerente deportivo.
Pensamos que podíamos estar 15 días sin uno en lo que buscábamos el ideal, pero no encontramos a alguien que cubriera todas las características o que estuviera libre de cualquier compromiso”, señaló Jaime Garanzuay, administrador del equipo.
“Llegamos a la conclusión que con el equipo que teníamos ibamos a jugar, tuvimos asesoría de gente de Estados Unidos, si sentimos que al final nos pudo haber faltado”, sentenció.
Por su parte José Luis Sánchez señaló que la falta de gerente sentenció la temporada para la novena.
“Ningún equipo profesional puede quedarse sin ese puesto, están en desventaja, Tuvieron la suerte de que liberaran a Alfonzo y Peña Jr. y se hicieran con dos ‘caballos’, ahí se ve el poco trabajo de ustedes”.
Las decisiones que se tomaban en la directiva evidenciaban la falta de planeación y de análisis, por ejemplo, la salida de Manny Rodríguez trajo consigo tres jugadores, de los cuales sólo Jon Del Campo cumplió con un aceptable desempeño con la novena.
Nunca se vio el pitcheo
Una de las dolencias que más perjudicaron al conjunto de la capital coahuilense fue el pitcheo, que por tercer año consecutivo terminó entre los cinco peores de la liga al ubicarse en el puesto número 13 con promedio de 5.21.
A pesar de tener una rotación abridora de grandes nombres este no dio lo esperado por los directivos y la salida de Michael Nix, Edgmer Escalona y Vìctor Gárate demostraban los problemas, aunado al desfile de lanzadores, Del Carmen, Padrón, Joaquín y Tony Peña Jr., quienes no lograron establecerse y les costó numerosas derrotas en juegos en los que se tenía ventaja después de la séptima entrada.
“No es posible que al cerrador le hagan seis o siete carreras con batazos sólidos”, sentenciaba Adrián Estrada.
“Padrón hizo una excelente pretemporada y los coaches por experiencia decidieron quedarse con Del Carmen, no nos funcionó”, indicó Fernando Valdés.
Ni el bateo
Aunque el equipo terminó en quinto lugar del bateo colectivo con 2.88, si se evidenció la falta de protección al designado cuarto bat, porque sólo hasta la llegada de Alfonzo el equipo comenzó a demostrar poder ofensivo.
“El bateo oportuno falló y podríamos promediar entre 8 o 10 elementos dejados en base, el juego mental no funcionó”, aseguraba Sergio Treviño.
“Se debería repetir la fórmula del 2000, se debe traer a cinco bateadores de poder y que haga las cosas difíciles”, agregó.
“Mario Lisson nunca tuvo un jugador que lo protegiera hasta que llegó Alfonzo. Le picheaban cómodo a Alfonzo para hacércelo difícil a Lisson y eso Alfonzo lo aprovechaba. Si invertimos los papeles la próxima temporada, será una gran campaña” dijó Fernando Martín-Sánchez.
En el tema de los extranjeros, sólo Justin Greene y Mario Lisson fueron los que iniciaron y terminaron la campaña.
El cambio de manager
El cambio de manager en la segunda parte de la temporada siendo Noé Muñoz, una institución en el club, al cual ayudó en el bicampeonato de 2009 y 2010, quien en palabras de la directiva nunca logró hacer el cambio de jerarquía de jugador a timonel. El excapitán de la nave se iría con foja de 32-40 y traería el relevo de ‘Paquín’ Estrada, un manager que no llegaba con buenos números (29-50 en sus últimas campañas) y que al final terminaría la temporada con racha perdedora de 20-21, sin poderlo levantar.
“No podemos olvidar que al principio de la temporada no la jugamos con Noe Muñoz, era ya el tiempo para darle la oportunidad, le dimos la confianza. El problema fue que en ese cambio de compañero jugador, ese clic que se debió dar mucho más rápido con mayor énfasis, ese cambio fue lo que falló y no el tiempo en el que se debió de dar”, indicó Garanzuay.
“El equipo estaba mucho mejor, hace 20 juegos pensamos que teníamos oportunidad de calificar” añadió.
Lo rescatable
Aunque la campaña no generó los dividendos esperados si terminó con cosas rescatables como la gran actuación de jugadores como Carlos Álvarez (.355), José Bernardo López (.311) y la de Jonathan Aceves (.319).
Mención aparte merecen la excelente campaña de Justine Greene que fue campeón de hits con 145 y compartió el liderato de robos con su compañero Christian Zazueta (39), convirtiéndose en la primera pareja del mismo equipo en quedar campeones de esa estadística.
El guante de oro en 2B de Luis Borges con .994.
Y la temporada de Lisson, quien a entender de Fernando Valdés fue una de las piezas claves.
“Mario Lisson cargó con el equipo gran parte de la temporada, mira cuantas bases por bola, se que me dirán lo de los ponches, pero es un jugador que tiene una gran disposición que lo puedes poner en tercera, de bateador, etc...” .
¿Qué piden los aficionados?
Un aficionado tiene derecho a exigir a su equipo, es el que paga una entrada cada partido y el que invierte por apoyar a su equipo. La misma voz de los aficionados es la que reclama esa separación entre el club y sus seguidores.
El año pasado los Saraperos de Saltillo promediaron cerca de 6 mil aficionados, este año la afluencia fue menor para situarse en promedio de cinco mil por partido, en gran parte debido según los aficionados a la falta de cohesión entre la directiva y el seguidor, aunado a la carencia de promociones como el domingo familiar, el jueves de mujeres o el de kilo de ayuda, o como otro tipo de promociones que realizan otros equipos.
“Yo pido que involucren aún más con la afición, que la afición regrese al estadio”, dijó Estrada.
“Quiero un equipo competitivo y que sean incluyentes con la afición”, añadió Sánchez.
Los Saraperos de Saltillo están en un gran momento de corregir esos problemas que los envío a una de sus peores campañas en la Liga desde 1998. Ahora es turno que los directivos no pierdan
un momento más y no se permitan otra temporada de fracaso, por que es cierto, las malas rachas existen, pero las que se combinan con una rotura en el vestuario, entre los directivos y malas decisiones por falta de análisis son difíciles de vencer. Por lo pronto el reloj ya esta corriendo y el plazo está cerca.
“En octubre tendremos noticias, queremos presentar al Gerente Deportivo y en consecuencia al manager de la próxima temporada”, declaró Garanzuay.
LO BUENO Y MALO
-Cinco cerradores desfilaron en la campaña.
-Una sola racha ganadora de 7 juegos en toda la campaña.
-Justine Greene campeón de hits con 145.
-Primera vez que dos jugadores de un equipo quedan campeones de robos (Greene y Zazueta con 39).
-Luis Borges Guante de Oro en segunda base.