PRI Coahuila: Sin Clase Política
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Humberto y Rubén Moreira, al igual que Miguel Riquelme cometieron el mismo error histórico: no formaron una clase política con su perfil de origen; de clase media baja afirmada por una cultura del esfuerzo.
Humberto navegó con su grupo de amigos de la Normal durante su sexenio. Nada más.
Rubén avanzó con un diminuto grupo de amigos y estableció una alianza, ya presente en la época de su hermano, con el grupo de “exburbujos” de Torreón liderados por Riquelme, para armar, de esta manera, su proyecto sexenal.
Miguel por su parte, desde inicio de su sexenio, estableció una triple estrategia: amarrar una alianza con el grupo político de José María Fraustro y de Manolo Jiménez; mantener, hasta donde fuera posible, distante a Rubén, mientras construía una relación “cordial” con Carlos y Humberto y “torreonizar” con sus amigos cercanos, los puestos clave de primer y segundo nivel de la administración pública estatal.
Mientras Humberto y Rubén no tuvieron interés en formar una clase política; Miguel parece seguir diligente sus pasos.
¿Cuál es la principal diferencia entre un grupo político y una clase política? Sólo o en alianza, el grupo político tiene miras cortoplacistas para mantenerse en el poder político. No posee un sólido relevo generacional con las capacidades y competencias adecuadas. Por ello, puede desaparecer en cualquier momento.
Tres son las condiciones para pertenecer a un grupo político: ser amigo del gobernador; tener experiencia como operador electoral y poseer -en muchos casos- una gran capacidad de improvisación técnico-administrativa y financiera.
La clase política, empero, posee por la formación generacional de cuadros jóvenes en la administración pública y en la política electoral, una doble aspiración: reforzar una visión de gobierno desde su perspectiva de clase y preservar el poder -desde el mérito de sus integrantes- con una mirada de largo aliento.
Miguel Riquelme tiene todavía tiempo para corregir el error histórico de los hermanos Moreira.
De otra manera, la historia lo juzgará igual.