Símbolos de muerte y prejuicio

La obra de Ariel Leviel presenta siempre composiciones pictóricas cargadas de elementos simbólicos que invitan a la reflexión sobre muy diversos temas, con un cuidado en la manufactura.

Esta variedad temática está presente en las dos exposiciones que inauguró el pasado jueves 11 de abril en ambas plantas de la Taberna El Cerdo de Babel “Fatastra”, que ya se había presentado el año pasado en la Alianza Francesa y “Kaaxal”, una serie totalmente nueva.

La primera, bautizada con base en los vocablos latinos fatum, el destino, y astra, estrella, que de acuerdo con el artista se puede traducir como “el destino de la estrella” o la “estrella del destino”.

“Trae un concepto sobre la reflexión a la muerte, es más que nada una confrontación. Por medio de simbolismos, de, digamos, mensajes esotéricos, trata de hacer reflexionar sobre ciertos temas”, explicó en entrevista para VANGUARDIA, “por ejemplo la religión, la muerte o símbolos un poco más dispersos y poco entendibles”.

Por otro lado, “Kaaxal” recurre a elementos de la iconografía prehispánica en imágenes donde sujetos ataviados con la usanza popularmente asociada a esta época se encuentran atados por cuerdas con la técnica japonesa del shibari.

Esta práctica erótico-artística viene a embellecer el significado de la palabra maya para “atado” sobre el cual se desarrolla todo el discurso de la serie, uno que busca arrojar luz sobre los prejuicios del mexicano respecto a su cultura.

“Kaaxal trata sobre dar un vistazo sobre un aspecto de México. Se escogieron simbolismos principalmente de las culturas mayas y aztecas, algo de mexicas y otras culturas mexicanas”, comentó Leviel.

“Cuando hablamos del charro, por ejemplo, no todos se sienten identificados con eso, hablamos de regionalismos, pero cuando hablamos de un calendario maya o un sol azteca todos se sienten identificados. Estos símbolos tratan de representar lo que vienen siendo las ataduras, en cuanto a lo que vienen siendo nuestras tradiciones y costumbres o nuestra visión de México”, continuó.

Una de las piezas se refiere a cómo “estas tradiciones nos atan y pensamos que es nuestro deber hacerlas”, aseguró. Ejemplificó refiriéndose a algunas controversias que surgieron cuando Disney lanzó la película Coco, pues hubo quienes criticaron que fueran otros los que hablaron de nuestras cultura pero cuando el autor del filme “El Libro de la Vida”, que aborda el mismo tema del Día de Muertos, no encontró apoyo en el país y tuvo que irse a los Estados Unidos a realizarla, por lo que para él “es como que esta doble moral en cuanto a cómo dejamos que traten nuestra cultura y cómo la tratamos nosotros mismos”.

En cambio, otra de las pinturas hay un “guerrero jaguar que está golpeado por su propia arma pero a la vez en estocada por una espada de torero, y eso te habla de cómo quedamos en medio de nosotros mismos, cómo no encontramos nuestro rumbo, cómo nos atamos a identidades que creemos nuestras o que nos imponen”.

“No es un tema nacionalista, de que miren a México cómo está perdido, sino que sólo es un reflejo de lo que se vive, del diario”, señaló.

A nivel técnico explicó que hay mucha diferencia entre ambas series, que en total presentan 11 pinturas al óleo, “la de abajo (Fatastra) es muy tranquila, espaciosa, planos abiertos o primeros planos tranquilizadores, con figuras digamos libres, mientras que arriba (Kaaxal) es más espacio cerrado, figuras inmovilizadas y es por esto mismo”.

“Cuando trato de crear una composición veo qué es lo primero que quiero trasmitir, porque también hay que saber cómo ocupar el espacio. El segundo punto es el color, la composición cromática”, añadió, “en las de abajo se ven mucho los colores que se utilizaron, mientras que arriba buscaba algo más contrastado, no tonos que fueran súper chillones sino más bien esta mezcla de oscuros con colores vivos”.

“Fatastra” y “Kaaxal” de Ariel Leviel estarán por un periodo de un mes expuestas en la Taberna El Cerdo de Babel.