Trump: no puede evitarse la incertidumbre
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El país votó… pero al final el mayor número de votos populares no fue para Donald Trump quien, pese a ello, se convertirá en el próximo presidente de los Estados Unidos, debido a las reglas del sistema indirecto de elección que se utiliza en dicho país.
El que haya sido Hillary Clinton quien ganó el voto popular explica, en buena medida, que ayer se hayan registrado manifestaciones de protesta en múltiples ciudades de los Estados Unidos durante las cuales miles de individuos se plantearon que ese no es “su presidente”.
Otro elemento detrás de las protestas seguramente lo es el hecho de que un discurso conciliador, pronunciado casi a las 3 de de la mañana de este miércoles, no puede borrar casi año y medio de invectivas orientadas a dividir a una sociedad reconocida en el mundo entero por su diversidad.
En otras palabras, los temores que la selección del magnate neoyorkino genera no pueden olvidarse fácilmente y tampoco puede dársele de forma sencilla “la vuelta a la página” aunque las principales figuras políticas del país se hayan ocupado ayer de pronunciar discursos en los cuales llaman a la unidad nacional, a respetar los resultados electorales y a “desearle suerte” a quien sucederá en el cargo a Barack Obama.
Y es que la sociedad estadounidense eligió, por primera vez en su historia, a un individuo con nula experiencia gubernamental o militar, pues la única experiencia de Trump se refiere al sector de los negocios e incluso en dicho terreno se le conoce más bien como alguien con grandes habilidades para aprovechar las ventajas que supone la existencia de un sistema para declararse en quiebra y “evadir” con ello compromisos económicos.
Por otra parte, los millones de personas que votaron por Trump seguramente esperan que cumpla con sus promesas de campaña, entre ellas iniciar un proceso de deportaciones masivas “en la primera hora” después de asumir el cargo, lo cual constituye una amenaza muy seria para millones de personas que, más allá de las reglas jurídicas, tienen una vida hecha en esa nación.
La forma en la cual se expresó Trump de muchas otras naciones del mundo naturalmente produce nerviosismo en los mercados e incertidumbre financiera, pues el mandato que recibió en las urnas se entiende como uno que le autoriza a poner en práctica las ideas que pronunció durante sus actos de campaña.
Por ello, si el futuro presidente de los Estados Unidos no quiere que las escenas de ayer sigan reproduciéndose -e incluso que se multipliquen- a lo largo y ancho del territorio que pronto gobernará, tendrá que salir a explicar, de forma convincente, que su discurso de campaña tendrá matices, o será definitivamente abandonado en algunas partes cuando inicie su mandato.
Porque está visto que el llamado a la reconciliación que realizó ayer por la madrugada, durante su discurso de triunfo será insuficiente para superar las inquietudes que su futuro gobierno genera y que se dedicó tenazmente a sembrar durante los últimos 17 meses.