Ataques al Poder Judicial son un peligro para la democracia, advierte magistrado de Saltillo
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“Si no cuidamos la independencia judicial evitando que las ministras, ministros, las juezas y jueces sean amenazados, calumniados y presionados de todas las formas posibles que estamos viviendo, la democracia corre grave peligro y con ello la tutela efectiva de los derechos humanos, principalmente de las personas que menos tienen, de los grupos más vulnerables de la sociedad”, advirtió el magistrado Hugo Alejandro Bermúdez.
La independencia del Poder Judicial, constituye un derecho de juezas y jueces, pero más bien es una garantía para toda la sociedad y no se puede hablar de democracia si no se reconocen y protegen todos los derechos humanos plasmados en la Constitución Mexicana y en los tratados internacionales que ha firmado y ratificado el Estado Mexicano.
“Un PJ independiente se convierte en guardián de la estabilidad y de la paz social, en tanto que es el poder encargado de hacer que todas las autoridades del país, sin importar su jerarquía, respeten la Constitución y la ley, respeten los derechos de todas las personas como se exige en un estado de derecho”.
Al rechazar las mentiras y descalificaciones que solo merman la confianza ciudadana en el Poder Judicial de la Federación, lanzadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y diputados, senadores y dirigentes de Morena, señaló que los empleados tienen derecho a manifestarse y a defender sus derechos laborales y sociales.
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Magistradas, juezas, magistrados y jueces, al estar protegidos de amenazas y presiones de otros poderes o de intereses privados, pueden hacer que se respeten los derechos humanos de toda la sociedad, de todas aquellas personas sin distinción de origen étnico, nacional, género, edad, condición social, religión, opiniones, preferencias sexuales o de cualquier otra que afecte la dignidad humana, indicó.
Esto se basa en el Artículo 1º de la Constitución, máxima norma que todas las personas que ejercen la responsabilidad de juzgar, están obligadas a respetar y hacer respetar.
“Esto es tarea primordial en todo país que se diga democrático, pues no podemos hablar de democracia si no se reconoce y garantiza la protección de los derechos humanos como son los de libertad, salud, educación, de las personas mayores a recibir pensión, a la libre expresión de las ideas, a profesar la religión que uno quiera, a no ser discriminado”.
“Un PJ independiente, como guardián de la Constitución y la ley, al proteger y garantizar los derechos humanos, se convierte en garante de la estabilidad y la paz social... no somos dóciles frente a los ataques a la independencia judicial”, concluyó.