Y los coros de loros de jubilados amaestrados, esparcen alcanfor y naftalina en chats y redes sociales, defendiendo el populismo de semejante medida, producto de la aberrante supremacía constitucional, que acuñó como tal, el notario público número uno de México, Adán Augusto López, senador plurinominal de Morena por obra y gracia de su cliente número uno, el ex presidente que supuestamente descansa en paz en su rancho de Palenque.