Coahuila: rompiendo paradigmas en maternidad y crianza, así es ser madre en el siglo XXI
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La pandemia por COVID-19 cambió nuestras vidas y la maternidad no fue la excepción; en este 2022 las madres han tenido que enfrentarse a distintos desafíos en temas de responsabilidad, cuidado de la familia.
Desde hace cinco años, el colectivo ‘La Manada’ ha impulsado círculos de crianza, en donde se comparte la experiencia de ser mamá, los miedos, dudas, y todas las situaciones que se puedan atravesar en la maternidad y en el proceso de crianza.
La organización civil ha logrado evidenciar las nuevas formas de ser madre, más libres y en un espacio seguro, transmitiendo aquellas formas de crianza respetuosa que pueden ser aplicadas por las madres, padres, abuelos, abuelas y familiares de los menores.
Estos esquemas rompen con el modelo de familia heteronormativa y ayudan a la creación de un nuevo entorno para las infancias, a quienes se ha limitado en un mundo adultocentrista.
LAS MATERNIDADES SON DISTINTAS
Diana González es una mujer que decidió ser mamá; a los 32 años se embarazó y después de pasar por una gestación de alto riesgo tuvo a su bebé que hoy tiene 3 años.
Es maestra y mamá autónoma y ha criado a Cristhian Daniel con el acompañamiento del colectivo desde que él tiene cinco meses.
Se ha integrado al tallereo de La Manada, donde ofrecen clases de lactancia, círculos de crianza positiva, círculos de mujeres, danza con bebés, porteo de pañales, tetada masiva, además de otras actividades que les benefician.
Estos espacios lúdicos abiertos que comparte La Manada, exclusivos para las maternidades y las infancias, son los únicos que existen en Saltillo y cuentan con hasta mil 800 miembros que se han sumado a la comunidad.
PARA SER MEJOR MADRE
Cuando Diana se alivió en el Hospital de Alta Especialidad del ISSSTE, recibió asistencia médica y talleres de maternidad donde le enseñaron cómo lactar, además de cómo llevar un puerperio seguro y saludable, sin embargo, ella decidió informarse más acerca de temas como crianza consciente y positiva, ya que no quería replicar aquellas formas de educación que había recibido de sus padres.
“Ellos ya son mayores de edad y obviamente la educación que tuvimos mi hermana y yo fue muy muy muy diferente, ellos trataron de romper algunos patrones, pero no todo. Yo creo que es una cadenita, hay que tratar de mejorar y siento que estoy en ese proceso de eliminar los estigmas que dicen que los niños van de azul y las niñas de rosa o que los niños no lloran y no deben expresar sus emociones, al contrario”, comparte con VANGUARDIA.
Aunque no existe un manual que te diga cómo ser mamá y que muestre los pasos a seguir para la crianza, reflexiona que, hasta ahora, su maternidad se ha dedicado a contemplar y validar las emociones de su bebé, ayudarlo a que se exprese con libertad y reforzar su autoestima, además de acompañarlo en todo eso que él está experimentando en los primeros años de su infancia.
También, le ha enseñado a valorar y respetar la naturaleza, a los otros seres humanos y a todo lo que le rodea.
FACILITA LA SOCIALIZACIÓN
Los niños como Cristhian, que se han integrado a los talleres que ofrece el colectivo, han logrado desarrollar sus habilidades para socializar y evadir los miedos, por eso, cree que es sumamente necesario que los espacios lúdicos para las infancias se multipliquen a lo largo de la ciudad.
“No existen lugares que te permitan convivir con tu hijo, con tu hija, los niños están completamente excluidos de los espacios públicos, por ejemplo, los parques; pues tienen juegos pero no están adecuados para las primeras infancias, son para niños grandes.
“No puedo llevar a mi niño al cine conmigo, no lo puedo llevar a un restaurante, al tae kwon do, a clases de música, nos hacen falta espacios para la recreación de mamás y bebés”, explica.
Por eso considera que La Manada ha fortalecido la relación con su bebé y le ha ayudado a experimentar la maternidad desde una nueva perspectiva.
También ha logrado compartir con otras mujeres que atraviesan por procesos similares en medio de la maternidad.
“A veces una como mamá se agobia, porque a mí me ha pasado que me pongo a pensar si lo estoy haciendo bien, que a lo mejor mi niño quiere a su papá, que no estoy bien en muchas cosas, me empiezo a cuestionar bastante;
“Pero el convivir con otras mamás y sus bebés te abre un panorama distinto, porque ellas te comparten sus experiencias y así te das cuenta de que no eres la única que está pasando por eso, ‘La Manada’ es un espacio seguro donde no te vas a sentir juzgada sino acompañada”, comentó Diana.