Descubren bacteria resistente al arsénico en agua; se evitarán daños a la salud de coahuilenses
El agua con arsénico que se bebe en México, rebasa 70 veces el límite permisible por la OMS; hay pozos con concentraciones de fluoruro que han superado 64 veces el límite.
La doctora Nadia Valentina Martínez Villegas, investigadora de la División de Geociencias Aplicadas del IPICYT, quien desde hace seis años se encuentra junto con su equipo muestreando suelos en Matehuala, para plantear una estrategia de remediación ecológica para recuperar la zona y evitar posibles daños a la salud de los habitantes, descubrió una bacteria resistente al arsénico que promete ser una opción para los procesos de remediación ambiental.
Aunque de momento se encuentra suspendida dicha investigación por motivos de pandemia, durante su visita en Saltillo la investigadora dijo en entrevista para VANGUARDIA que esta bacteria ha creado una especie de mecanismo que le permite realizar el proceso de “especiación” del arsénico, lo que significa un menor impacto en el organismo.
ES UN ORGANISMO EN EXTREMO RESISTENTE
“Nosotros encontramos este organismo que vive por mucho tiempo en el agua contaminada y lo llamamos extremófilos, se trata de un organismo resistente en este caso a altas concentraciones de arsénico y es importante estudiarlo porque pensamos que si logramos comprender cómo este organismos ha logrado sobrevivir al agua contaminada con altos niveles de arsénico, podemos contribuir al conocimiento acerca de la incorporación y reparación del arsénico”, dijo.
La investigadora señala que ya había un convenio en Berkeley University, en el estado de California en Estados Unidos, para continuar estudiando esta bacteria y entender cómo logra incorporar el arsénico a su organismo y trata de imitar o replicar en algún modelo de remediación del agua.
“Sabemos que además este extremófilo, sabemos que además incorpora el arsénico a su cuerpo (al tracto digestivo del organismo) y ahora estamos pensando en que nos interesa estudiar la especiación del arsénico, es decir, cómo el organismo lo cambia, ya que en el agua encontramos el arsénico más cinco y una vez que este organismo realiza la especiación, se encuentra arsénico más tres”, dijo.
“El utilizar a los microorganismos para remediar el agua quizá no sea viable, pero si logramos comprender el mecanismo que el organismo utiliza, eso nos ayudaría para pensar en estrategias de remediacion”, concluyó la acuciosa investigadora.
UN PROBLEMA DE EXPLOTACIÓN
La extracción de agua, fuera de control, está provocando que los pozos sean un riesgo al intensificar la liberación de arsénico y fluoruro en el líquido de millones de mexicanos. El análisis a una base de datos de la Conagua revela que, lo que era un problema concentrado en La Laguna, se expande por el país. El gobierno lo sabe, pero no actúa.
Un análisis realizado por Data Crítica y Quinto Elemento Lab a una base de datos oficial que ha pasado años casi inadvertida reveló que el arsénico, de hallarse en niveles altos en 17 estados durante 2012, se expandió a pozos de 24 estados en 2018, el último año de registros completos. Aunque se tomaron menos muestras de agua en 2019 y 2020 que en los años anteriores, los niveles de arsénico continuaron mostrando niveles elevados. Y las autoridades no han informado a la población.
Según los datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha habido altas concentraciones de arsénico en pozos de Guadalajara, Jalisco; en La Paz, Baja California Sur; en Hermosillo, Sonora; también en Villa de Cos, Zacatecas; y en Tlajomulco, Jalisco, que son los nuevos rostros de una crisis que antes estaba limitada a ciertos lugares en La Laguna, Hidalgo, San Luis Potosí y Guanajuato. Datos del gobierno de la Ciudad de México revelan que también está presente en pozos de 6 de las 16 alcaldías de la capital.
En 2018, el año en que más muestras se tomaron, 41 por ciento de los pozos muestreados sobrepasaron el umbral internacional de riesgo de impacto a la salud para arsénico.
LA RED QUE MIDE LA EXPANSIÓN
Para obtener indicadores de la calidad del agua en México, la Conagua creó la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua (Renameca), de la que en 2012 tomó muestras en 3 mil 858 sitios, de los cuales 3 mil 039 eran aguas superficiales (ríos, lagos, presas, aguas costeras) y 819 sitios de agua subterránea (pozos).
La base de datos de esta Red recoge los resultados de la presencia de diversos contaminantes en 121 mil muestras tomadas entre 2012 y 2020. El análisis de Data Crítica y Quinto Elemento Lab se concentró sólo en las más de 11 mil muestras tomadas en pozos que extraen agua subterránea; alrededor del 90 por ciento del agua dulce no congelada en el mundo es subterránea.
El análisis reveló que, además del arsénico, otro mineral cuya presencia se expandió fue el fluoruro, que, como el arsénico, también está en la naturaleza y tiene efectos nocivos en la salud.
El consumo excesivo de fluoruro puede causar deformidades en los huesos o volverlos frágiles y quebradizos; también puede provocar la calcificación de tendones y ligamentos, según la Organización Mundial de la Salud
Este organismo indica una guía de 1.5 mg/L, pero advierte que para definir límites nacionales, se deben considerar factores como el clima y el volumen de ingesta.