Saltillo: acosadores aprovechan Navidad para abusar de niñas de la periferia
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Menores dan cuenta de cómo extraños las atraen con el pretexto de un regalo para abusar de ellas; según la Fiscalía del Estado, entre enero y noviembre de este año, se han registrado mil 670 delitos de carácter sexual; todo el año pasado fueron reportados un total de mil 148 casos.
Niñas y niños esperan con ansias la llegada de regalos, dulces y despensas, sentadas frente a la cordillera de casitas construidas a medias con paredes de cartón y techos de láminas que visten de la colonia Morelos Quinto Sector.
Entre los vehículos que arriban a la periferia para entregar juguetes de medio uso y ropa, están abordo “viejos que enseñan sus partes”, manosean a las niñas chiquitas, les estiran las pijamas y les meten la mano.
Estrella fue una de ellas, a quien un señor le pedía subir a su camioneta para darle un regalo enviado por Santa Claus. Le bajó el pantalón de franela y la acarició bajo la ropa.
“Me dijo que si me subía y le dije que le iba a pedir permiso a mi mamá, entonces me dijo que mejor no, que nada más me acercara, abrió la puerta y me estiró las pijama, me tocó aquí y aquí”, relató la pequeña de 11 años.
Esta no es la única anécdota, más niñas como Estrella han enfrentado diferentes formas de acoso e incluso han sido víctimas de abuso sexual sin que puedan expresarlo con sus padres.
En un recorrido por la colonia de calles empedradas, al menos 6 niñas relataron anécdotas parecidas y señalaron a una docena más que atravesó por situaciones así, incluso, en manos de primos o tíos que las visitaron durante la temporada.
CIFRAS QUE INQUIETAN
Aunque ninguna de ellas ni sus padres, hicieron una denuncia ante la policía, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los delitos sexuales en Coahuila han incrementado el 47 por ciento en comparación de todo el año anterior.
“El día que le dije a mi mamá, me regañó, me dijo que no alcancé dulces porque no me puse buza”, comentó Poleth otra pequeña de 8 años.
La otra vez, relatan las niñas, le hablaron a Britany para que fuera a agarrar dulces, metió la mano al carro y el viejo se la jaló para que tocara su parte, dicen tapándose la boca con las manos y escondiéndose bajo sus hombros con una risa nerviosa.
“Mugre viejo grosero, le vamos a echar a la patrulla”, le dicen a otra camioneta roja que a menudo le chifla y chista a las niñas y adolescentes del sector, mientras recorre con la lengua sus labios y baja la velocidad del vehículo.
“A veces los agarramos a riscazos, pero ya cuando vamos por el bolo a la puerta que creemos que son buenos, vemos que se está agarrando el pajarito”, dijo Mía.
DENUNCIAS PRESENTADAS
El SESNSP indica que la causa más frecuente en la entidad es el abuso sexual, donde se han registrado un total de 773 denuncias, casos donde las violaciones no se concretan.
“Amá nos van a dar, córrele amá, am ahorita vengo, nada más gritan los niños”, dice Marisol Ruiz, madre de familia, quien señaló que “entre la bola y por la necesidad hay niños que no tiene cuidado, por traerse dulces y juguetes, pues se aguantan”, contó.
“‘Ora sí hay que estar buzas, de esos viejos que engañan y más ahora que todos los chiquitillos andan sobre la idea de que todos los que se acercan les van a dar algo”, alertó la madre.
Quien también admitió que entre la fascinación de las madres para alcanzar algo para sus hijos, los sueltan de la mano o los dejan irse con los que viene a dar los juguetes.
La segunda causa delictiva más frecuente sobre este tipo de delitos es el acoso sexual con 330 incidencias, y después vienen otras como la violación equiparada con 252 denuncias, luego la violación simple con 239, indica el SESNSP.
La mayoría de los padres de todas las niñas del sector se encuentran trabajando durante la mañana y tarde en fábricas y “la obra”; y es hasta en la noche cuando ellas también regresan a sus casas para recibirlos.
SIN VIGILANCIA DE LOS PADRES
Algunas de ellas quedan a cargo de abuelas o vecinas, incluso hermanas de entre 15 y 17 años, que también cuidan a sus bebés.
“Yo vivo allá arriba pero aquí nos sentamos porque como ya es diciembre pos vienen a dar dulces y bolos, y luego no alcanzamos”, dice Melany.
Mi mamá está trabajando y mi papá fue internado porque se metía puro mugrero, cuentan las niñas, ahora mi mamá trabaja doble y pos aquí esperemos a mamá un rato jugando y con la vecina.
“Nos dijo que estuviéramos al pendiente de las despensas porque como el 22 le paran el trabajo, tenemos que comer en lo que ella gasta para levantar la casa”, comentó Estrella.
Las niñas desean recibir muñecas y barbies pero “sí tuviéramos mucho dinero mejor pedía que tuviéramos casa como las de allá de paredes porque en mi casa entra un frío y tenemos que ponerles las garras en los agujeros”, dicen.
“Aunque nos quedemos sin juguetes pero que tengamos para la comida y pos una casa”, comentó Estrella en nombre de las niñas que la siguen como líder para jugar en las calles de terracería.
“Yo sí les digo consejos, que no les hagan caso a los pandilleros ni a los mariguanos pero cuando me pasó a mí no sabía qué hacer y mejor me fui a mi casa a llorar”, dijo la niña en la víspera navideña.
FEMINISTAS ESTÁN CON ELLAS
“Son las mujeres que viven en la pobreza y marginación las más afectadas por delitos como él abusos sexual.
Es donde los abusadores encuentran un mayor número de víctimas, porque abusan de la situación en la que viven las adolescentes y niñas”, comentó Martha Rosales, integrante de Furia, un colectivo feminista.
“Eso sí ocurre y me pregunto cuántos de esos hombres son amigos, esposos, hermanos o novios ejemplares ante las mujeres que los rodean pero se suben a sus vehículos, compran dulces y abusan de niñas y mujeres”, comentó la feminista, quien reconoce que está situación se replica en más colonias de la periferia.
No es posible que la violencia hacia las mujeres llegue a ese nivel, agregó, donde además es difícil que las protejan, porque si bien faltan policías para cada sector, incluso el más alejado, es un trabajo de toda la sociedad.
“Esta como sociedad trabajar en ello, ver la manera de erradicar esas prácticas y que los honres entiendan que tener dinero no les da derecho de arrancarles la inocencia a niñas ni en situación vulnerable ni a ninguna otra”, manifestó.
El colectivo feminista Furia, llevó este diciembre en el marco de la conmemoración de la Defensa de los Derechos Humanos, talleres para niñas y mujeres de diferentes ejidos, como parte de las actividades para erradicar el abuso sexual contra niñas y mujeres mayores.
Estos casos son representativos de una cultura machista, que busca satisfacer sus deseos a costa de la mujer, que se ve violentada desde muy temprana edad.
Muchas veces las madres no denuncian por miedo y ese patrón se repite por generaciones.