Correa inaugura Constituyente fortalecido y sin Congreso que se le oponga
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<span></span><span style="font-weight: bold;">Ecuador.-</span> El mandatario de Ecuador, Rafael Correa, inaugura este viernes la Constituyente de plenos poderes que se instaló en Montecristi (suroeste) fortalecido por su ratificación en el cargo por parte de los asambleístas, que además sacaron del camino al Congreso de mayoría opositora.
Ratificado en la Presidencia luego de ponerla a disposición de la Asamblea, que bajo control del oficialismo se instaló el jueves, Correa participará en la ceremonia inaugural acompañado de su homólogo de Colombia, Alvaro Uribe, y ministros de Bolivia y Brasil.
El jefe de Estado, que impulsa el "socialismo del siglo XXI" con distintos matices al de su amigo y aliado Hugo Chávez, quien se excusó de concurrir, salió vigoroso en el primer día de funcionamiento del órgano deliberante, en el cual el oficialista movimiento Alianza País cuenta con 80 de los 130 escaños.
Primero fue ratificado en el cargo con 107 votos, al igual que su vicepresidente, Lenin Moreno, y acto seguido resultó victorioso al disolverse el Parlamento, como había propuesto con anticipación al considerar que los diputados eran "incompetentes y corruptos".
Con el apoyo de 110 miembros, la Constituyente de un plumazo declaró en "receso" a los 100 legisladores hasta cuando sea sometida a referendo la nueva Carta Política en 2008, dejando a Correa -calificado de golpista y dictador por sus detractores- el camino allanado para su reforma socialista.
"La Asamblea asume las atribuciones y deberes de la función legislativa", establece el mandato número uno aprobado el jueves por el organismo en la localidad costera de Montecristi, a 250 km al suroeste de Quito, sede de las deliberaciones.
Anticipándose a la resolución, el Parlamento adelantó el miércoles sus vacaciones de un mes de fin de año, no sin antes advertir sobre las sanciones internacionales que vendrían tras su disolución y acusar al gobierno de iniciar una dictadura.
"Ecuador no vive un estado de Derecho", afirmó el viernes congresista Diego Ordóñez, de la Unión Demócrata Cristiana (UDC, oposición), quien criticó el mandato constituyente de que sus decisiones "son jerárquicamente superiores a cualquier otra norma del orden jurídico" y que no serán susceptibles de control o impugnación.
El dirigente cuestionó la posición de la Asamblea de que "nadie le puede levantar la voz, que nadie puede oponerse" y enfatizó que "no hay funcionamiento democrático sin control".
Ordóñez tildó de "golpistas" a la mayoría oficialista y sus aliados en la Constituyente, así como al presidente Correa, y remarcó que "en Ecuador no hay democracia, se está impidiendo a los ciudadanos ejercer el derecho de reclamar".
La debilitada oposición de derecha acusa al mandatario de querer concentrar todos los poderes con el auspicio del órgano deliberante, que en los próximos seis meses deberá redactar la vigésima Carta Magna ecuatoriana, que reemplazará a la expedida en junio de 1998.
El político anotó que Correa está seguro de que la Constituyente "es el mecanismo para imponer un modelo a su medida" como la reelección inmediata y la destrucción del sistema de dolarización de la economía, implantada en 1999 y que es duramente cuestionada por el gobernante.