Juventud y veteranía defenderán los arcos
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<strong>México, D.F.</strong> .- El joven portero mexicano Guillermo Ochoa librará un mano a mano aparte con su colega argentino Mario Cuenca, de 32 años, cuando el América y el Arsenal de Sarandí disputen a partir de mañana la final de la VI edición de la Copa Sudamericana.
Ochoa, de 22 años, voló a la titularidad y la fama en sólo tres años desde su debut oficial el 15 de febrero de 2004 con las 'Aguilas' del América hasta la candidatura al Balón de Oro 2007 para ser el primer mexicano en esta elite del fútbol mundial.
Surgido de la cantera del América de la capital mexicana, el portero, que nació en Guadalajara (estado de Jalisco) el 13 de julio de 1985, se ha convertido en un referente y modelo para las nuevas generaciones en una carrera que ya lo tiene como titular de la selección nacional rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010.
Fue el técnico holandés Leo Benhakker quien lo encontró un día que paseaba por las instalaciones del América y lo llevó al primer equipo, donde batalló por quedarse con la titularidad.
Antes de actuar con las 'Aguilas', Ochoa jugó en los equipos Tigrillos y San Luis, pero sus cualidades fueron requeridas pronto por el América, ante una lesión de Adolfo Ríos con quien alternó.
Ochoa superó con facilidad las intenciones del entonces entrenador del América, el argentino Oscar Ruggeri, de relegarlo al banco para hacerle un lugar al argentino Sebastián Saja.
La decisión de relegar al joven portero fue una de las causas por las que Ruggeri perdió el puesto y entonces Ochoa borró a Saja para quedarse con la titularidad del América, equipo con el que ha ganado un título mexicano y la Copa de Campeones de la CONCACAF 2005.
Fue el tercer portero de México en el Mundial de Alemania'06 y fue titular del América en el Mundial de Clubes de ese año.
Los especialistas destacan su ubicación en el área, seguridad y confianza para salir del área y una elasticidad que le permite volar por el balón en forma espectacular.
Ochoa ha participado en un total de 133 encuentros con el América con 13.719 minutos acumulados bajo la portería en el fútbol mexicano además de nueve juegos en la Copa Libertadores, cuatro en el Interliga y seis en la actual Copa Sudamericana.
Con la selección mexicana, Ochoa ha sido convocado 32 veces, once en la etapa que terminó en el Mundial de 2006 con el entrenador argentino Ricardo La Volpe, y 21 bajo la dirección del actual seleccionador, Hugo Sánchez.
Ochoa tendrá muy al frente a Cuenca, nacido hace 32 años en la localidad de Del Castillo, provincia argentina de Córdoba, y quien es uno de los pilares del Arsenal, equipo que lo fichó en 2006 como cedido por el Racing de Avellaneda, donde jugó cuatro temporadas.
Surgió en el Talleres de Córdoba, con el que ganó la última de las tres ediciones de la Copa Conmebol en 1999, después de que la obtuvieran el también argentino Lanús y el brasileño Santos.
Cuenca dice que aquella conquista y la obtención del ascenso a la Primera División con Talleres habían sido las mayores alegrías de su carrera hasta las semifinales de la actual Copa Sudamericana en las que Arsenal superó a River Plate con una memorable actuación suya.
En el segundo encuentro de esa fase, igualado a cero y disputado en el estadio "Monumental", tapó dos remates que tenían destino de gol durante los noventa minutos, también dos penaltis en la tanda decisiva y marcó uno, el que le dio la clasificación a Arsenal para jugar por primera vez en su historia una final.
Con ese penalti, Cuenca suma seis anotados en su carrera y asegura que el secreto para marcarlos es "tenerse fe, ir y darle a la pelota con fuerza".
El portero del equipo de Sarandí lleva disputados alrededor de 265 partidos en torneos argentinos de Liga y su entrenador, Gustavo Alfaro, pondera su "equilibrio, seriedad y sobriedad en su trabajo", además de su importancia en la motivación de sus compañeros.
"Desde que llegué a Arsenal, tras la salida de Racing cuando se me estaban cerrando puertas, han sido más las alegrías que he vivido que las tristezas. En este equipo cada triunfo tiene valor de oro, cada paso adelante se disfruta especialmente y este momento es el que sueña todo futbolista enamorado de su profesión", asegura.
"En Arsenal todos sabemos que estamos haciendo historia y en ella queremos quedar como ganadores", mantiene.