Esta fue la fórmula para el clásico
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Cristóbal Ortega y Antonio Carlos Santos, por América, y Héctor Pulido y Carlos Hermosillo, por Cruz Azul, dejan en claro que el orgullo y el deseo de trascender, dio origen a la actual rivalidad
A golpe de orgullo. De amor por sublevar el amarillo, de ponderar la estirpe de sangre azul. Así se forjó el llamado Clásico Joven del futbol mexicano, del que hombres como Cristóbal Ortega y Antonio Carlos Santos, por los de Coapa, y Héctor Pulido y Carlos Hermosillo, por los de La Noria, hablan con la misma pasión que cuando se ataban las agujetas para salir a batirse en pos de un balón.
Cristóbal y Santos vaya que tienen motivos para revivir sus momentos. Ambos formaron parte de aquel cuadro campeón de las Aguilas que batió a los Cementeros en la final de 1988-89, la segunda final de Liga entre estas escuadras, literalmente la revancha del americanismo, que tuvo que esperar 17 años para vengar el descalabro de 1971-72 a manos de La Máquina.
"Después de Chivas, el partido más importante es ante Cruz Azul. Es de los juegos fundamentales, en donde no está permitido perder", dice Cristóbal, el mismo que levantó el trofeo de monarca en 1989, ante la lesión que sufrió el capitán Alfredo Tena.
Una década atrás, Cruz Azul, aquel equipo recién llegado al Distrito Federal, incluyó en su mudanza desde Jasso, Hidalgo, poder y popularidad, tanto que en la misma cancha del Estadio Azteca destronó al entonces campeón América, con un contundente 4-1 del que Héctor Pulido fue parte.
En su memoria ese destello no pierde luz, "nos coronamos con un 4-1 en el Azteca y anoté el primer gol, ese triunfo revistió porque le ganamos a un gran equipo, eso construyó lo que el partido es hoy: el juego más importante entre equipos de la capital".
Cualquiera diría que Carlos Hermosillo tuvo que partir su corazón entre las dos instituciones que le dieron más logros como jugador, pero no. A pesar de contribuir como verdugo de los Cementeros en 1988-89, Hermosillo no duda a la hora de ponerle corazón y sonido a su alma. "Tengo gratos recuerdos de los partidos que le ganamos al América en Liguilla con goles míos, por eso, para este domingo ojalá que gane La Máquina, que pita y pita".
Antonio Carlos Santos, frecuente anotador en las redes azules se apresura a señalar el mal momento de cada club: "Cruz Azul es un gran equipo, aunque ahora no pasa por buen momento, como tampoco lo hace América", aunque argumenta, "eso no hace que deje de ser un clásico"; joven, pero no por eso menos clásico.