Roethlisberger deja en buenas manos a la ‘Steelers Nation’ con T.J. y Najee Harris
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Ben Roethlisberger apretó la mano de su esposa Ashley y se reunió con sus tres hijos mientras desaparecía por el túnel de Heinz Field.
Aún le queda al menos un partido al quarterback de los Steelers de Pittsburgh en su carrera y con un poco de suerte posiblemente su doceava visita a los playoffs.
Aún así, la avalancha de emociones que se hicieron ver en la que pareció una fiesta de retiro de tres horas en el triunfo 26-14 ante Cleveland el lunes, no dejó ninguna duda de que este es el fin para Roethlisberger.
Las lágrimas fueron reales. Los abrazos y tributos de los jugadores con los que ha compartido el vestuario a través de los años —algunos de ellos apenas iniciando su carrera en la NFL, otros con mucho tiempo de retiro— también.
Durante cerca de dos décadas Roethlisberger ayudó a darle a los Steelers (8-7-1) la estabilidad y el éxito que la gran mayoría de las otras 31 franquicias de la NFL han buscado pero pocas veces han disfrutado.
Con el linebacker T.J. Watt y el corredor novato Najee Harris, los Steelers cuentan con dos dignos herederos para ser el “rostro de la franquicia” y que Roethlisberger asumió por tanto tiempo.
El presente le pertenece a Roethlisberger sin importar qué suceda en su visita a Baltimore el domingo. El futuro es de Watt y Harris.