‘Lealtad a López Obrador, no a Sheinbaum’: Asegura Riva Palacio que cada vez es más evidente cómo AMLO busca controlar a Claudia
COMPARTIR
Afirma el periodista que el político tabasqueño está ‘apretando las tuercas’ a su sucesora, quien busca someterla a través de Poder Judicial y el Legislativo
CDMX.- Las señalas de que Andrés Manuel López Obrador busca controlar a Claudia Sheinbaum una vez que ella asuma la presidencia de la República cada vez son más evidente, afirma el periodista Raymundo Riva Palacio.
En su columna “Estrictamente Personal”, el también analista político afirma que será a través del Poder Judicial y el Legislativo que el político tabasqueño pretende someter a quien será la primera presidenta de México.
TE PUEDE INTERESAR: Alistan en Palacio Nacional otro apretón a Claudia Sheinbaum
“En la medida que avanza la agonía de su sexenio, (López Obrador) da más y más señales de querer controlar a Sheinbaum mediante los dos pilares del Estado mexicano, el Poder Judicial y el Poder Legislativo”, afirma en su artículo.
Añade que para el aún Presidente no ha sido suficiente “imponer la agenda legislativa para los 30 últimos días de su mandato, ni el programa de gobierno para el primer año de Sheinbaum, ni imponer un gabinete transexenal”, sino que ahora la ha obligado a prácticamente recorrer el país con él, lo que la tiene distraída.
CRECEN LAS MOLESTIAS DE LÓPEZ OBRADOR CON CLAUDIA Y LOS ‘PUROS’ LO APROVECHAN
En su artículo, Riva Palacio también afirma que el “sector puro”, perteneciente al cercano círculo presidencial, está aprovechando la molestia de López Obrador con Sheinbaum e incluso le llenan “la cabeza de ideas malsanas contra la próxima presidenta” para “seguir acotándola para inmovilizarla lo máximo posible”.
“Las acciones que está realizando el Presidente no han pasado desapercibidas por la presidenta electa, pero no puede hacer mucho hasta que tome posesión el 1 de octubre. Para entonces, la operación de López Obrador y los puros para someterla estará instalada”, advierte.
ASÍ SOMETERÁ AMLO A CLAUDIA, DE ACUERDO CON EL EDITORIALISTA
La reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente López Obrador está previsto sea aprobada en septiembre, cuando se instale la nueva legislatura, en la que Morena y sus aliados cuentan con mayoría.
Es precisamente a través de esta reforma que el político tabasqueño pretender controlar a Sheinbaum, a quien desoyó cuando ésta le pidió aplazarla para que no fuera el tema con el que abrirá su gobierno “ante el temor de la inestabilidad de los mercados y un posible freno a inversiones frescas, sino que fuera aprobada más adelante, dentro del primer trienio de su administración”.
TE PUEDE INTERESAR: Gabinete de Sheinbaum, al ritmo presidencial
“El rechazo de López Obrador a su propuesta fue tajante. La instrucción que se dará a la nueva legislatura es que no muevan absolutamente nada que pueda afectar ‘el legado’ del Presidente”.
Para ello, el monero Rafael Barajas, conocido como “El Fisgón”, quien es director del Instituto Nacional de Formación Política de Morena, donde se capacita a los cuadros del partido, impartió cursos introductorios para los nuevos legisladores, donde “la línea que se les dará es de lealtad a López Obrador, no a Sheinbaum”.
Añade Riva Palacio que Barajas también alista un decálogo con instrucciones concretas que los nuevos legisladores deberán seguir durante los 3 años que dura su cargo e incluso se les obligará “a firmar una carta compromiso que, de no cumplir, los castigarán” con la expulsión del partido.
INFILTRADOS EN EL EQUIPO DE TRANSICIÓN INFORMAN CADA PASO QUE DA CLAUDIA A AMLO
Entre los colaboradores de Sheinbaum, asegura el periodista Raymundo Riva Palacio, no ha pasado desapercibido que López Obrador cuente con información privilegiada “sobre lo que hace su sucesora y lo que pasa en el equipo de transición”.
Dos de esos informantes, refiere, fueron introducidos desde la campaña y son Mario Delgado, líder nacional de Morena, y “el sistema de intercepción de comunicaciones que maneja de manera autónoma el fiscal general, Alejandro Gertz Manero”.
Por ello, la virtual presidenta electa maneja de forma a muy hermética la toma de decisiones finales, que primero discute con su esposo Jesús María Tarriba y Omar García Harfuch, quien fue su secretario de Seguridad en la Ciudad de México.
“El espacio de maniobra es tan estrecho que varios de sus colaboradores han confiado que ni siquiera pueden hablar con legisladores que llegarán a las cámaras en septiembre, por el riesgo de que el Presidente se entere y tome represalias”, afirma el periodista.
