Urge que la industria automotriz mexicana replantee estrategias ante la alta dependencia de EU
COMPARTIR
TEMAS
De acuerdo a un estudio, el sector manufacturero genera el 90% de las exportaciones y 8.4 millones de empleos; sin embargo, se enfrenta este año no solo a la fortaleza de las economías que exporta, sino a la amenaza de aranceles del 20% en EU
Con una producción que depende en gran medida del mercado de exportación, la industria automotriz mexicana se enfrenta este año no solo a la fortaleza de las economías que exporta o sus preferencias, sino también a la amenaza de aranceles del 20% en EU, así como a la modificación o eliminación del acuerdo comercial que la convirtió en una plataforma para la exportación.
De acuerdo al estudio “Situación Regional Sectorial México”, elaborado por BBVA Research, el sector manufacturero aporta el 17% del PIB en el País, genera el 90% de las exportaciones y 8.4 millones de empleos; la región fronteriza de México (Chihuahua, BC, Coahuila, NL y Tamaulipas) participan con el 60% de las exportaciones.
Una de sus principales representantes es la industria automotriz, México es el 7° productor de vehículos a nivel mundial, superado solo por China, EU, Japón, Alemania, Corea e India; su atractivo reside no solo en su mano de obra barata, sino también a que gracias a sus tratados y acuerdos comerciales, el País se ha convertido en una plataforma para la exportación de dicha industria.
México, como hace ver BBVA Research, cuenta con 12 tratados de libre comercio que incluye 46 Países que representan a más del 60% del PIB mundial y 9 acuerdos comerciales, con ello el País tiene acceso libre de aranceles al 47% del mercado mundial de vehículos nuevos.
Ese atractivo le permitió que de 7 nuevas plantas para Norteamérica, 6 fueran para México, con ellas para 2020, se estima que la capacidad instalada en el País crecerá 50%, al pasar de 3.5 millones de vehículos a 5 millones.
En cuestión de producción, el 80% de las unidades y de autopartes van para el mercado de exportación, aunque en ambos casos, Estados Unidos es el principal destino con 77% de las unidades y el 56% de las autopartes.
Esa dependencia, le obliga a adecuarse a la necesidades de ese mercado, en el País, el 58% de su producción es de vehículos y el 41% restante de vehículos ligeros, sin embargo, en EU ante la caída de los precios del petróleo y los incentivos para adquirir vehículos más grandes, ha generado una mayor demanda de Pick Ups y SUV´s.
En ese contexto, en noviembre pasado, FCA anunciaba la producción del nuevo Jeep Compas 2017 en la planta de Toluca, mientras que este año, GM anunciaba para SLP la producción este primer semestre de la SUV Terrain y en el caso de Ramos Arizpe, aunque sigue sin anuncio oficial por parte de la armadora, desde hace tiempo trascendió la Equinox para este complejo.
Sin embargo, tanto la industria automotriz mexicana como la estadounidense, desde 2016 y más en 2017, fue trastocada debido al proceso electoral de EU, la candidatura y posterior triunfo de Donald Trump, llegó con una serie de amenazas hacia quienes producen en México e importan a Estados Unidos.
Empezó con la amenaza de un arancel de 35%, que luego bajo a 20%, así como una renegociación del TLCAN, a nivel local, ello generó que empresas de capital estadounidense dejaran para después del 8 de noviembre sus anuncios de inversión, daba a conocer en su momento la Secretaría de Desarrollo Económico, sin embargo, es febrero y ello sigue en el mismo estatus.
A nivel EU, las armadoras de capital americano empezaron a anunciar los planes de inversión que tienen en ese País, pero adicionalmente Ford canceló su inversión en SLP y FCA abrió la puerta a producir en EU, la RAM Heavy Duty, que hoy produce en el Valle de Derramadero.
Sin embargo, ante el impuesto fronterizo que pretende aplicar la administración de Donald Trump, la CEO de GM, Mary Barra inició un cabildeo con los legisladores de EU, para proveerlos de información sobre el impacto negativo que ello generaría, asimismo, en autopartes, el 50% del contenido de un vehículo armado en EU, es foráneo.
Aquí vale retomar también una estimación que hizo Center for Automobile Research y que publicaba BBVA Research sobre el ahorro en costos que representa producir un vehículo de tamaño medio en México para su venta en EU contra lo que significaría producirlo en ese País.
Los costos de mano de obra en la manufactura mexicana pueden ser en promedio menor 674 dólares por coche, aunque se ajusta a 600 dólares debido a la menor tasa de productividad laboral que existe en México; en autopartes el ahorro es de 1,500 dólares tanto para su venta en EU como en Europa, aunque en logística pierde México, enviar un vehículo del puerto de Veracruz a Europa es de 2,500 dólares, en tanto, enviarlo desde el Puerto de Newark en NY a Europa costaría 1,500 dólares. La diferencia puede ser de 900 dólares más para México y de 300 dólares menos para EU.
Sin embargo, esas ventajas se pueden ver mermadas si EU sale del TLCAN, aunque perderán ambos Países, pues en autopartes, ese país exporta el 75% a México y Canadá; asimismo nuestro país es el primer exportador de autopartes a EU, al representar el 37% de las importaciones que realiza esa Nación.
Por ello, hoy ésta industria mexicana y estadounidense concentra su atención en dos temas, para en base ello evaluar sus planes futuro, el resultado de la renegociación del TLCAN y ese impuesto fronterizo.
Adicionalmente, en el caso de Coahuila en los últimos años ha diversificado su inversión automotriz al concentrarse en la inversión asiática, las proveedoras coreanas como reconocía SARAM Human Consulting Firm, están nerviosas y preocupadas por ese posible arancel, necesitan que México les diga que no se quedará atrás y tomará alguna acción contra la decisión irracional de Trump.