Investiga Ministerio Público "superapagón" en Brasil
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Brasilia.- El Ministerio Público de Brasil otorgó al gobierno un plazo de 72 horas para presentar todos los documentos técnicos sobre el "superapagón" que dejó a oscuras durante horas a 60 millones de personas en 18 estados y en la capital federal de Brasilia entre la noche del martes y la madrugada del miércoles.
Entre los documentos, la Fiscalía exige recibir copias de las comunicaciones entre los administradores de la planta hidroeléctrica de Itaipú y las empresas de transmisión de energía a lo largo de las ocho horas siguientes al fallo.
Según el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, el apagón se debió a "las descargas atmosféricas, vientos y lluvias muy fuertes" que azotaron en la noche del martes la ciudad de Itaberá, en el interior del estado de Sao Paulo, donde existen tres líneas de transmisión conectadas a Itaipú.
Lobao agregó que el fallo generó un "efecto dominó" que, según cálculos del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), desconectó a por lo menos 15 líneas de transmisión y provocó el "superapagón".
El ministro descartó la hipótesis de que el problema haya sido causado por falta de inversiones estatales en el sector energético y sostuvo que "ningún gobierno realizó tantas inversiones en este sector cuando el actual".
Sin embargo, sectores técnicos expresaron dudas en torno a la versión oficial. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que monitorea por satélite las condiciones meteorológicas en el país, confirmaron que ocurrieron lluvias con rayos en la región de Itaberá, pero informó que las descargas eléctricas ocurrieron a kilómetros de distancia de las líneas de transmisión afectadas.
Asimismo, el consultor de energía Eduardo Bernini opinó que "la posibilidad de que cinco líneas de Itaipú se desconecten al mismo tiempo es tan pequeña cuanto la de que álguien gane simultáneamente el premio máximo de la lotería en Brasil y en California".
Las explicaciones oficiales tampoco no convencieron a los partidos de oposición, que convocaron a Lobao y a la ministra del Gabinete Civil, Dilma Rousseff -probable candidata oficialista a las elecciones presidenciales de 2010- a declarar ante el Congreso para explicar el "superapagón".
Según los analistas, las fuerzas opositores esperan utilizar el "superapagón" como arma para quitarle votos a Rousseff en los próximos comicios, de la misma manera como Lula da Silva sacó provecho, en las elecciones de 2002, del colapso en el suministro de energía que, en 2001, hizo desplomarse los índices de popularidad de su antecesor, Fernando Henrique Cadoso.