No quieren en Topolobampo una fábrica de fertilizantes
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Desde sus embarcaciones repudian la planta de amoniaco
CDMX.- Gerardo Peña Avilés esquivó al personal de seguridad. Caminó con paso firme y en sentido contrario a la Suburban plateada en la que viajaba el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Era el encuentro que había buscado desde hace un año para contarle la otra versión de la historia: la lucha del pueblo indígena yoreme-mayo contra la empresa de capital suizo-alemán que construye la fábrica de producción de fertilizantes sobre el humedal protegido como Sitio Ramsar, en Topolobampo, Sinaloa.
El 9 de junio acompañó a los indígenas y pescadores que recorrieron 14 kilómetros desde casa hasta el Aeropuerto Internacional de Los Mochis.
Gerardo Peña caminaba al encuentro, los aproximadamente 600 manifestantes abandonaban los puestos que tenían bajo el arco que da la bienvenida a Los Mochis, Sinaloa, y construyeron una muralla humana que bloqueó el camino del vehículo.
Tapizaron la vista de López Obrador con pancartas que repetían la misma consigna: ¡Aquí no!
Gerardo Peña, del encuentro recuerda esta conversación: “Presidente, bienvenido. Tenemos este problema: la planta de amoniaco no la queremos aquí. Me comprometo a revisarlo”, responde el Presidente.
“Se lo encargamos mucho, Presidente, por favor”, le pidieron.