Oaxaca: hacen ‘perdedizos’ recursos de comunidades vulnerables
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JUXTLAHUACA, OAX.- Para llegar a Yutazani, una comunidad triqui ubicada en la Mixteca de Oaxaca, hay que transitar 11 horas desde la capital; seis horas a Juxtlahuaca, la cabecera municipal, luego otras dos en vehículo y tres a pie en un estrecho camino de terracería.
En la última década, los pobladores de Yutazani han gestionado e insistido en que se abra una brecha hasta el pequeño poblado, pues por falta de vías no cuentan con electricidad y llevar material para un tanque de agua potable es imposible. No han sido escuchados, pese a que existen recursos federales que fueron asignados.
En 2018, por ejemplo, entre las obras prioritarias que expusieron al gobierno municipal de Juxtlahuaca fue confirmada la apertura de un camino rural “sacacosechas”, que continuaría la carretera que está a medias.
Ese año, las autoridades de Yutazani también priorizaron la rehabilitación de la línea de conducción del sistema de agua potable y la construcción de un bordo de captación de agua pluvial, pero ninguna obra se llevó a cabo. En 2019, nuevamente prefirieron la construcción de un tanque de agua, pero tampoco fueron escuchados. En 2020 y 2021, las autoridades de Yutazani ni siquiera fueron llamados a exponer sus necesidades.
Lo que viven no es aislado
Entre 2018 y 2021, 38 obras asignadas a través de un acta de priorización no fueron ejecutadas en cinco comunidades indígenas de Juxtlahuaca, pues el presidente municipal Nicolás Feria Romero (Morena) decidió no entregarles los recursos federales de los ramos 28 y 33, fondo III y IV. Hasta ahora se desconoce su destino.
Según autoridades de las agencias municipales de la Sabana Copala, Tierra Blanca Copala, Yutazani, Cuauhtémoc Yucunicoco y Santo Domingo del Progreso, Feria Romero no atendió ninguna de sus necesidades prioritarias desde 2018, por lo que 10 localidades iniciaron una demanda contra su administración por no entregarles los recursos federales.
En respuesta, el ahora exedil aseguró: “Los que ya no son mis amigos, ya no los quiero ver”, señalan autoridades de Santo Domingo del Progreso y Cuauhtémoc, dos de las cinco comunidades sin obras y que son catalogadas como de “alta marginación” por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
A casi cinco años de distancia, aún no ha sido posible localizar el paradero de los recursos, debido a que no existen documentos que señalen cómo y en qué fueron o no distribuidos por el exedil.
Según el oficio OSFE/1766/2019 del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO), tras la revisión de la cuenta pública 2018, en Juxtlahuaca se desconocía el destino de 9 millones de pesos, de los que 5.5 fueron comprobados, tras una auditoría, y 3.6 siguen sin ser solventados.