Legislación Secundaria y Reforma Energética
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La mesa está puesta para las negociaciones, para que los diferentes partidos presenten sus reservas, adiciones y aprobaciones
¿Qué significa la Legislación Secundaria? Sabemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la norma suprema del país. Digamos, la Legislación Primaria que establece las bases y contenidos fundamentales. Con la intención de no tener una constitución del tamaño de una enciclopedia, esas bases y contenidos son sencillos y cortos pero a la vez abstractos y genéricos. Las Leyes Secundarias elaboradas por el Poder Legislativo (el Congreso de la Unión), delinean a detalle el alcance de la Reforma Energética; las definiciones, los objetivos, funciones, responsabilidades, límites a decisiones arbitrarias, procesos de toma de decisiones, requerimientos para reportar información al público, infracciones, etc. que el país debe acatar.
En materia de la Reforma Energética, la Constitución ya fue modificada desde finales del año pasado, (haciéndose oficial el 20 de Diciembre en el Diario Oficial de la Federación) y el Ejecutivo Federal envió la propuesta de Legislación Secundaria en materia energética al Congreso de la Unión para su debate y aprobación. ¿Y qué se incluye en ellas? El conjunto de documentos consta de 21 leyes, agrupadas en 9 bloques. En sí, se trata de 9 leyes nuevas y 12 que van a sufrir modificaciones.
OBJETIVO, ESTABLECER REGLAS
Con respecto a los hidrocarburos, la intención de esta estas leyes es establecer las reglas a seguir para desarrollar los recursos del subsuelo y, consecuentemente, terminar con el monopolio de Pemex (aunque no se privatiza, es importante aclarar). Así, la intención es poner la responsabilidad de gestionar la propiedad de estos recursos en organismos regulatorios.
El pasado 10 de junio comenzó el debate de estas leyes en donde los senadores de la Comisión de Energía estarán discutiendo conceptos como el régimen fiscal y el contenido local. La prerrogativa de los legisladores deberá ser maximizar la renta petrolera y a la vez atraer la inversión y tecnología al País. Para esto, se analizarán, entre otros, el proceso de licitación que se deberá seguir para adjudicar contratos a la iniciativa privada y establecer las condiciones mínimas que los interesados deberán cumplir respecto de los elementos técnicos, financieros, de ejecución y de experiencia.
La labor no es nada sencilla, especialmente si consideramos que legalmente una palabra (entre todas esas páginas de las leyes) puede cambiar todo el panorama. Se necesitará de toda la atención de nuestros legisladores para asegurar que la meta se consiga, algo que no es nada fácil en época del mundial de fútbol. En sí, el cronograma de la reforma es compacto si se quiere tener resultados tangibles antes de la próxima elección presidencial. A este paso, la primera licitación se dará hasta el 2016 y tendrán poco menos de dos años para poder producir hidrocarburos del subsuelo antes de los comicios presidenciales. Es por eso que ahorita nos encontramos en fast-track por parte del Gobierno.
No obstante, las bases de las leyes secundarias son pieza clave en el desenvolvimiento de la Reforma Energética. En palabras del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO):
Una legislación adecuada promoverá la competencia, evitará favorecer actores específicos, garantizará que los recursos se desarrollen con prudencia y permitirá que los resultados de las políticas se evalúen objetivamente. La Ley deberá ser lo suficientemente flexible para enfrentar cambios tecnológicos y responder a variaciones del mercado, mientras mantiene los más altos estándares de rendición de cuentas La falta de claridad entre estos ámbitos puede dar lugar a incertidumbre jurídica, conflictos de interés, duplicidad de funciones y corrupción.
La mesa está puesta para las negociaciones para que los diferentes partidos presenten sus reservas, adiciones y aprobaciones. A pesar de que no mucho cambió en la reforma de diciembre, si se espera que existan algunos cambios en la Legislación Secundaria. Lo importante es ver qué tan substanciales serán estos cambios y así conocer cómo serán las reglas del juego para todos los involucrados. Si eres un jugador prospectivo, deberás tener algo de paciencia ya que este es sólo un paso más en la Reforma Energética. Al final del día, el éxito de ella dependerá tanto en la fluidez de su implementación como en la atracción de sus términos fiscales.