Acosan a clientes, proveedores disfrazados de empleados
Junta Local de Conciliación y Arbitraje de NL es nido de irregularidades
Les platico: Proveedores incumplidos están demandando en serie a clientes a los que hacen pasar como si fueran sus patrones, en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Nuevo León.
A pesar de que los “conciliadores” se dan cuenta de que las demandas de tales proveedores no proceden en un tribunal laboral, las aceptan para propiciar “arreglos” totalmente injustificados.
El problema se complica cuando los abogados defensores de los mismos clientes se prestan e incluso los orillan a buscar un arreglo para evitarse largos y costosos juicios.
Mi BigData se dio una vuelta por la pomposamente llamada “Ciudad Laboral” donde opera la citada junta de conciliación, con el fin de corroborar las denuncias que me llegan sobre vivales convertidos en “demandantes en serie” contra clientes que les reclaman sus incumplimientos.
PARA MUESTRA, UN BOTÓN. ¡ARRE!
Presciliano Rivera Torres se promueve en medios digitales e impresos como proveedor de servicios de impermeabilización.
Fue contratado por una cliente para que realizara tal trabajo en su casa, y a las primeras de cambio se dio cuenta de que estaba chafeando tal servicio.
Le reclamó y ante las evasivas del proveedor terminó por pedirle que le regresara el anticipo que le cobró.
Presciliano se negó y ante ello, la cliente contrató los servicios de un perito en la materia que certificó el mal trabajo del proveedor.
Le mostró las evidencias al mentado Presciliano, quien le reviró diciéndole que si quería que ya no siguiera con su “trabajo”, le pagara el total convenido para la impermeabilización.
La cliente se negó y ante eso, el proveedor la amenazó con demandarla.
Y así lo hizo, solo que Presciliano se equivocó de tribunal, pues a pesar de no ser empleado de su cliente, presentó la querella en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de NL.
No obstante tal irregularidad, la demanda le fue aceptada en febrero pasado y se fijó la audiencia de pruebas para el pasado día 21 de este mes.
La cliente se presentó junto a su abogado con un arsenal de evidencias del deficiente trabajo de su proveedor.
Fotos, videos y documentos de especialistas en la materia dieron cuenta de los fallos de Presciliano, que provocaron un gasto superior a los $200,000 por parte de la cliente para remediar los daños del trabajo mal hecho, pues se dejaron venir las lluvias tras la prolongada sequía y la casa presentó severos deterioros en duelas, paredes, plafones, ductos e instalaciones eléctricas.
El proveedor llegó a la audiencia solo y su alma, moviéndose a sus anchas, saludando por todos lados al personal de la Junta y en el primer careo, la Conciliadora en turno le hizo ver que se había equivocado de tribunal, pues él es proveedor, no empleado y su cliente es eso y no su patrona.
Le pidió que demostrara su calidad de empleado y el demandante no mostró nada al respecto.
“NO LE HACE, YA ESTAMOS AQUÍ, DE UNA VEZ VAMOS A CONCILIAR”
Así le dijo la conciliadora a la demandada, a lo cual, ésta le reclamó.
“Usted no me va a venir a decir lo que yo tengo qué hacer, señora, así que, ¿cómo ve si comenzamos a fijar una cantidad intermedia a la que le demanda aquí el señor para arreglar de una vez el asunto?”, le reviró la funcionaria pública.
El mismo abogado “defensor” se sumó a la “brillante” idea de la conciliadora y empujó las cosas para que se llegara a un acuerdo.
La cliente, llorando de rabia, trató en vano de hacerles ver que el proveedor no es su empleado y por ende, la Junta no es el tribunal al que le toca ver estos casos.
Su abogado “defensor” le dijo que llegar a un arreglo era lo más indicado porque se evitaría así el tiempo y costo de un proceso muy largo.
No le quedó más remedio que apechugar y a mi BigData le dijo al final de la audiencia, ya que su proveedor se embolsó el dinero producto del “arreglo”:
“Nada me extrañaría que la misma conciliadora se haya puesto de acuerdo con el demandante, y el producto del ´arreglo´ se lo hayan repartido; capaz de que alcanzó para alguien más”, sentenció.
Hasta aquí la narrativa, que acompaño con algunos de los documentos del caso.
HAY MUCHOS MÁS
Como todos los casos que se ventilan en dicha Junta son públicos, solicité por Transparencia expedientes, nombres y fechas de casos similares.
Encontré, similares a la demanda de Presciliano Rivera, más de 300 casos desde febrero pasado, que coinciden en el modus operandi de este proveedor, que se disfraza de empleado para demandar a sus clientes.
JUNTA ES NIDO DE IRREGULARIDADES
Consulté el asunto con abogados especialistas en materia y me dijeron que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de NL es un nido de irregularidades.
“Lo menos que puede pensarse es que hay demasiada flexibilidad e incapacidad por parte de sus funcionarios para aceptar demandas de proveedores que no acreditan su calidad de empleados y a pesar de ello, la Junta les da entrada”, me dijo el primero de los jurisconsultos.
El segundo fue más allá, al decirme que a él le ha tocado saber de “arreglos económicos conciliatorios” con proveedores disfrazados de empleados, que se reparten en tres partes:
Una para el demandante, otra para el conciliador en turno y la tercera para el mismo abogado que defiende al demandado.
CAJÓN DE SASTRE
“Si esto es producto del nuevo sistema penal acusatorio, ya valimos madre”, remata la irreverente de mi Gaby.