Goce ahora y sufra después
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Es actitud muy extendida.
En las compras y los pagos. En parrandas y adicciones.
En infidelidades y canas al aire. En corrupciones y sustracciones. En inversiones y mantenimientos. En hartazgos y desveladas. En festejos abundosos sin precauciones y contagios multiplicados.
La fascinación de lo inmediato tiende a tachar las pésimas consecuencias de haber optado por lo no reflexionado. Se echa por delante el placer, el tener o el poder. Lo de: “Hay que tener lo que se debe aunque se deba lo que se tiene” explica muchos andrajos futuros y compensaciones peores. Esclavizarse al apetito genera la voracidad y llega después la factura de lo mal usado.
El gozo efímero genera el sufrimiento evitable. Hace falta el antídoto de este veneno existencial que despoja muchas vidas.
Por el esfuerzo disfrutar el logro. Sudar la siembra para sonreírle a la cosecha. Apretarse ahora el cinturón para escamotear penurias por venir. No comerse la torta antes del recreo ni avorazarse por ingresos sin observar justicia. Canta la cigarra y se burla de la hormiga hasta que llega la sequía y la hambruna... Soporte ahora lo arduo para poder disfrutar después lo placentero.
QUE EL BIEN SEA PARA TODOS
Que no haya “descartables”.
Eso que llaman “bien común” no es sólo la suma de bienes. Es el conjunto de circunstancias que permitan a todos los integrantes de una comunidad alcanzar su completo desarrollo, en lo material, en lo espiritual y en el respeto a todos sus derechos: a la vida, a la libertad, a la salud, a la educación... y el acceso a todos los bienes básicos.
Es inhumana esa tendencia a no pedir de cada uno según sus capacidades y a no distribuír a cada cual según sus necesidades. Romper siempre la igualdad de dignidad y de derechos, y separar y aun oponer abundancia e indigencia. Privilegiar a unos y discriminar y excluir a otros. Desconocer el aspecto social de toda posesión y dejar sin pago la hipoteca de solidaridad que pesa sobre toda propiedad.
¿QUÉ ES LA BUENA POLÍTICA?
Lo dice Francisco, que pastorea la comunidad universal de fe. Su carta encíclica “Todos somos pequeños hermanos” lo resume en estos puntos.
Una buena política es:
-La que trabaje por grandes principios y apueste por un servicio al bien común a largo plazo.
-La que no busque únicamente garantizarse los votos.
-La que fomente cauces de encuentro, escuchar el punto de vista del otro facilitando que todos tengan un espacio.
-La que promueva una economía integrada en un proyecto social, cultural y popular que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial.
-Que tenga una visión amplia para llevar adelante un cambio integral.
El Vicario de Cristo hace una llamada hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social.
OCTAVARIO PARA LA UNIÓN
La sugirió hace varios años un admirable pastor protestante.
Ocho días de conversación con la bondad divina, unidos a la plegaria de Jesús; “Padre, que sean uno, como Tú y yo somos uno para que el mundo crea”.
Todas las comunidades que se dicen seguidoras de Jesús de Nazareth, segregadas todavía por la división de hace siglos, se unen a esa petición del hermano mayor para lograr lo que decía Pablo, el apóstol: “un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre”.
Este año el octavario empieza el 18 y termina el 25 de enero... La conversación es personal, en familia, en grupo de amistad o en unión con los creyentes de cada comunidad...
