INTERNET PARA TODOS
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Hace tres días, Carlos Loret de Mola escribió una interesante columna en la cual muestra con datos, el funcionamiento -si así se puede decir-, del programa “Internet para Todos” bajo los auspicios de la 4T, y en donde el destacado periodista señala las anomalías y corruptelas de sus responsables, destacando entre ellos Gabriel García Hernández, quien fuera durante años el principal operador financiero-electoral de López Obrador.
Esta pieza periodística de Loret, trajo a mi memoria, que hace cerca de 20 años, en el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, a cuya Dirección General llegué gracias a la invitación del entonces gobernador Enrique Martínez, operamos un programa con el mismo nombre, pero con diferentes propósitos.
Nuestro objetivo era disminuir la brecha digital, y la idea surgió cuando leí en la revista Forbes la experiencia de Singapur, una isla de gran poder económico, que en ese tiempo buscaba alfabetizar a sectores de su población que se habían relegado en la cultura digital. Para ello, habilitaron con computadoras, gimnasios y grandes salones en donde los adultos mayores -segmento atendido— acudían a capacitarse,
La experiencia me pareció interesante, y al no contar con los recursos de los asiáticos debimos “tropicalizar” el programa, para ello, y dado que el COECYT está sectorizado en la SEP, luego de hacer el diseño y planear la logística, solicitamos el apoyo de esta dependencia para tener acceso a sus equipos de cómputo en las escuelas en horas inhábiles, para no entorpecer las actividades cotidianas.
Se capacitó a los instructores en las cinco regiones del estado en donde el Consejo tenía presencia, trabajando básicamente con becarios y prestadores del servicio social, ya que nuestro presupuesto era reducido, habiéndose impreso las lecciones en unos cuadernos para distribuirlos entre los participantes. Fue importante la labor realizada por el personal, habiendo destacado: Vanessa Martínez, Sergio de la Peña, Andrés Farías, Avelino Hernández y el responsable del programa Edgar Méndez.
Se establecieron como prioridades, atender primero a los estudiantes y personal de las escuelas públicas, a los padres de familia y a los vecinos de las colonias y barrios cercanos a los centros educativos, y en cuanto al contenido de la capacitación, se fijaron como metas inmediatas conocer el funcionamiento básico de la computadora, el navegar por internet y el manejo del correo electrónico.
Recuerdo que la inauguración de “Internet para Todos” tuvo lugar una soleada mañana en la escuela “Benito Juárez” de Ramos Arizpe, correspondiendo al entonces secretario de educación pública, Humberto Moreira —quien llegó acompañado por mi amiga, la maestra Enriqueta de Alba- dar el banderazo de arranque. Contamos también con el respaldo de los subsecretarios Leopoldo Vega y Andrés Mendoza.
Cada mes se enviaban las listas de las personas y escuelas participantes de las cinco regiones a la Dirección General, observándose un aumento sostenido en el número de personas que acudían a la capacitación. Desafortunadamente como suele suceder, con el cambio de gobierno el programa dejó de operar.
Otro proyecto fue el de telemedicina, también a cargo de Edgar Méndez, siendo su objetivo la realización de diagnósticos a distancia iniciando en la zona rural, para lo cual fueron seleccionadas las comunidades de San Miguel, en el municipio de Ocampo, y de Paredón en Ramos Arizpe, debiendo recurrir a la tecnología satelital para lograr la conectividad a internet.
En San Miguel, detectamos que para recibir atención médica, los vecinos debían trasladarse a la cabecera municipal, y al no haber un transporte regular de autobuses, se veían obligados a realizar el trayecto de más de tres horas en camionetas que les cobraban precios elevados.
En colaboración con la secretaría de salud estatal; con el doctor “Chilolo” Valdés, capacitamos a los médicos residentes, se instalaron los equipos y se iniciaron las primeras pruebas. De ser necesario, los pacientes serían diagnosticados por los médicos especialistas de los grandes hospitales, evitando así traslados innecesarios. El sexenio llegó a su fin y tampoco hubo continuidad. Esto sucedió en Coahuila, hace alrededor de 20 años.