La sed (parte II)
COMPARTIR
TEMAS
En el primer artículo de la serie, la reclamación por parte de una empresa que fue mencionada no se hizo esperar a través de una amenaza no cumplida, sin embargo, se sigue saqueando el agua en una forma criminal y en menos de 10 años se secarán los veneros de esa región del estado de Coahuila.
Hoy el tema está relacionado con el agua de La Laguna, región en la que caprichosamente fue desecado un lecho acuático a fin de generar el cultivo del algodón (el oro blanco del siglo 19). La guerra de secesión en Estados Unidos generó que La Laguna fuera la primera productora mundial de ese producto que trajo la riqueza a la región hasta los años cincuenta del siglo 20.
El primer efecto del cultivo del algodón fue la desecación de la laguna de Mayrán a través de la construcción de una presa, posteriormente fue el cultivo de alimento para el ganado de una empresa lechera la que fue agotando los veneros y la utilización de agua para beneficio del oro de una minera, que no solamente generó la escasez del elemento, sino su contaminación con arsénico.
A través de los años, en que la Secretaría de Agricultura también controlaba las aguas nacionales, se dieron concesiones llegando a contabilizar 3 mil 670 entre las cuales más de la tercera parte, aun cuando continúan vigentes, ya agotaron el venero.
Posteriormente, la Conagua, institución federal que administra las aguas, generó varias concesiones para el uso de las presas aledañas para el riego y consumo doméstico, así como para perforación de pozos y otorgó licencia a los municipios para la administración de las aguas a nivel residencial.
El último estudio de la Conagua (Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero principal-región lagunera (0523), estado de Coahuila) señala lo siguiente: Geopolíticamente la región comprende la superficie total de los municipios de Matamoros, Coahuila y Gómez Palacio, Durango; la mayor parte de San Pedro y Viesca; parcialmente Torreón, Francisco I. Madero y Tlahualilo, del estado de Coahuila, porciones menores de los municipios Lerdo y Mapimí, del estado de Durango, y Sierra Mojada del estado de Coahuila. El principal usuario del agua subterránea es el agrícola, en su territorio se localiza la mayor parte de Distrito de Riego 017 “Región Lagunera”; de acuerdo con la Ley Federal de Derechos, el acuífero se clasifica como zona de disponibilidad 1, con la mayoría de los escurrimientos superficiales el volumen total de extracción asciende a 1,088.5 hm3 anuales, de los cuales 883.9 hm3 (81.2 por ciento) se destinan al uso agrícola, 126.4 hm3 (11.6 por ciento) para abastecimiento de agua potable, 49.8 hm3(4.6 por ciento) para uso doméstico-pecuario, 18.7 hm3(1.7 por ciento) para uso industrial, 7.3 hm3 (0.7 por ciento) para servicios y 2.4 hm3 (0.2 por ciento) para usos múltiples y la recarga total media anual que recibe el acuífero (R) corresponde con la suma de todos los volúmenes que ingresan al acuífero, tanto en forma de recarga natural como incidental. Para este caso su valor es 534.1 hm3 /año, de los cuales 343.1 hm3 son recarga natural y 191.0 hm3 recarga incidental. En resumen, el resultado del estudio indica que no existe volumen disponible para otorgar nuevas concesiones. Esto en diciembre de 2020.
Pero Torreón el agua no sólo es un recurso sino un negocio redondo que ha sido aprovechado por las diversas administraciones municipales incluyendo, obviamente, la del actual gobernador gerente.
Según datos de la página del Sistema Municipal de Agua, los derechos de instalación de medidor cuestan 4 mil 298 pesos en el servicio doméstico, en comercios 9 mil y en industria 12 mil pesos; la reconexión tiene un costo de 2 mil 575 pesos y las tarifas promedio mensuales domésticas van de los 160 a 220 pesos mensuales por 10 metros cúbicos y 541 para las industrias.
El sistema reportó ingresos en el primer trimestre de 2021 por 219 millones de pesos con activos de 1.9 mil millones de pesos.
Sin duda la sed habita esta tierra de gente entrona, pero que se ha equivocado al momento de elegir a sus gobernantes que ven el agua no como una forma de vida, sino como una fuente para incrementar sus mieses.