Las buenas intenciones
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Es prácticamente imposible despegarse por mucho tiempo de lo que suena y resuena sobre México, sobre su situación económica, la inseguridad, la política nacional, la 4T, y todo lo que haga, diga, deje de hacer o deje de decir el presidente López Obrador. La figura de AMLO se ha convertido en un resumidero de atención, como un agujero negro en el espacio que absorbe todo a su alrededor. Desde temprano, el Presidente controla el micrófono y la agenda nacional de una forma que no tiene precedente en las últimas décadas. Dicen que es experto en cajas chinas, humo y espejitos, yo creo que por lo menos es un mayorista. Hemos visto la peor primera mitad de un sexenio desde inicios de los años ochenta, cuando Miguel de la Madrid era presidente. Una epidemia que pegó a México como a pocos países, una economía que no levanta, inseguridad que se sostiene cerca de los peores niveles, percepciones (¿y realidad?) de que la corrupción no tiene freno y una polarización que siempre tiene dos lados, pero que invariablemente se reparte a puños desde Palacio Nacional. Aún así, distintas encuestas le dan niveles de aprobación superiores al 60 por ciento y nos hace pensar cómo estaría su popularidad (y ego) si todo lo que va mal fuera mejor, o cómo estaría México si hubiera correlación entre popularidad presidencial y desarrollo económico.
Después de tres años de darle voto y beneficio de la duda, hoy dudo que el Presidente y su transformación lleguen a más que un proyecto hueco, revanchista, aunque lleno de buenas intenciones, sostenido con una ensalada de ideologías rancias. Me siento todavía capaz de cambiar de opinión si viera un cambio en actitud, señales, modos o resultados, pero mis esperanzas casi se agotaron. Cada vez me incomoda más escuchar o leer lo que dijo el Presidente. De unos meses para acá, me he dado cuenta de que la provocación y la burla (tal vez no lo hace con esa intención) arranca desde su primer tuit en las mañanas. Por eso quiero invitarlos a leer a continuación algunos tuits de la cuenta del Presidente (con mi comentario entre paréntesis), todos de este año y generalmente como avance de lo que dirá en la conferencia mañanera. ¿Le creemos? ¿Quiere provocarnos? ¿Qué está ganando con esas frases? ¿A quién le habla? ¿Por qué hay quien las compra?
“Somos una gran nación: libre, soberana y respetada por el mundo” (al menos en Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela). “La Cuarta Transformación será pacífica y radical, igual de profunda que la Reforma y la Revolución” (porque la Revolución nos trajo al PRI, qué buena idea). “La honestidad es la clave de todo” (¿aplica para todos?). “La Cuarta Transformación arrancará de raíz al régimen corrupto de injusticias y privilegios” (y lo reemplazará con otro distinto). “No puede haber justicia si no se busca la igualdad” (¿habla de equidad y se confundió con igualdad?). “Que se haga realidad lo que está establecido en la Constitución: el derecho a la salud para todo el pueblo” (¿”que se haga” o “haremos”? ¿Cómo, quién, cuándo?). “Que no nos distraiga la politiquería, el individualismo” (sí, seguro para eso son las mañaneras). “Cómo les cuesta trabajo aceptar a los conservadores y corruptos de aquí y de allá que México ya no es tierra de conquista” (traumas personales muy visibles). “Los conservadores pagaban a los intelectuales para aplaudir al régimen opresor de corrupción, de injusticias y de privilegios” (tipo Epigmenios, pero de los adversarios). “La concepción conservadora del poder es acumular dinero sin escrúpulos morales” (porque lo que le urge a México hoy es un guía moral). “La verdadera doctrina de la derecha es la hipocresía” (pregúntenle al señor Bartlett). “Trabajamos para alcanzar el ideal de vivir en una sociedad mejor: más justa, igualitaria y fraterna” (creciendo al 0.4 por ciento anual no se puede). “Es fundamental aprender del pasado para construir el presente” (también aprender de lo que sí funciona en otros países, no hay mucho que aprenderle al México de las últimas décadas; los resultados han sido tan malos que llegó la 4T). “En México mandan las mayorías y se gobierna con honestidad” (alabanza en boca propia es vituperio). “La buena política demanda honestidad” (y entonces, ¿cuándo empiezan?). “Aplicamos la fórmula de hacer un gobierno austero y sin corrupción” (austero y barato son dos cosas distintas). “Seguiremos progresando con justicia en el País” (si no, pregúntenle a Gertz). “La austeridad no es un asunto administrativo sino de principios” (hay que revisar bien la definición de “austeridad” y de “principios”; lo barato sale caro y la capirotada de “principios” es nociva). “La verdadera política es hacer historia” (el Titanic también fue historia). “Que no haya privilegios, corrupción ni derroche” (no dijo de quién ni en dónde). “Hay grupos de intereses creados que quieren proyectar la imagen de un México en llamas” (seamos sinceros, México lleva ya muchos años “en llamas”).
@josedenigris
josedenigris@yahoo.com