¡Nunca habrá otro Julio César Chávez!
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Sesenta años cumplió “El César del Boxeo” e inexorablemente nos inundan la memoria los recuerdos que llenan el enorme baúl del inalcanzable legado del gran campeón mexicano.
Podríamos, de manera muy cómoda, citar datos y datos del nacido en Sonora, pero creo que lo más importante hoy es mencionar el legado que Julio ha dejado a las nuevas generaciones de boxeadores mexicanos y el ejemplo de —literalmente—, noquear a los demonios del alcoholismo y la drogadicción.
La influencia de Chávez en los prospectos, contendientes y campeones actuales es una constante; no hay boxeador mexicano de la actualidad que no tenga como referente a Julio. Esta nueva camada de enorme talento sueña con tirar el gancho como Julio, acabar una gran pelea en los últimos segundos como cuando Taylor cayó ante los puños del gran campeón mexicano, o literalmente “atascar” de gente el Estadio Azteca y callarle la boca a Haugen, al que humilló durante cinco rounds ante más de 130 mil seres humanos. La verdad es que Julio escribió tantas historias legendarias, que no acabaríamos de poner ejemplos que, seguramente, desde Canelo hasta los peleadores mexicanos de cuatro rounds, quisieran emular. En resumen, esto es Julio, una leyenda del boxeo mexicano que ha impactado y seguirá impactando a sus paisanos y a todo aquel que se calce los guantes de manera profesional.
Mencionar las cantidades que gana un atleta y, en este caso un boxeador, para mí resulta chocante; sin embargo, en el libro Adiós a la gloria, de Francisco Ponce, se menciona que Chávez habría ganado mas de 100 millones de dólares; de ese tamaño es su grandeza, pues en las divisiones en las que militó Chávez González, sin duda parecería imposible generar estas cantidades, que estaban reservadas para la división de los pesados. Pero Julio en su momento más alto salvó al boxeo, y de paso al polémico promotor estadounidense Don King, que necesitaba una estrella y le llegó la máxima estrella mexicana.
Ahora bien, hablar de los pantalones de Julio abajo del cuadrilátero es hablar de uno de los más importantes logros en la vida del guerrero azteca. Julio ganó grandes combates ante “El Azabache” Martínez, Juan Laporte, Rubén Castillo, Bazooka Limón, José Luis Zurdo Ramírez, Roger Mayweather, Meldrick Taylor, “Macho” Camacho, Greg Haugen y Frankie Randall, por mencionar algunos de sus más memorables agarrones. Pero, seguramente ninguno se compara al nocaut que Julio, en su vida personal, le propinó a las drogas y el alcohol; para eso se necesitan otro tipo de determinación, pues pudo literalmente perder todo y al fajarse los pantalones hace más de 12 años, no solamente no perdió todo, sino que ganó el reconocimiento como ser humano. Hoy nuestro Julio está limpio y sobrio, esa es su mayor proeza. Chávez es leyenda en el ring, pero sobre todo abajo del encordado.