Observatorios meteorológicos en Saltillo
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El conocimiento de las variaciones climáticas ha sido siempre una preocupación del hombre. Los egipcios asociaban las crecidas del Nilo con los movimientos de las estrellas y los babilonios predecían el tiempo guiándose por el aspecto del cielo.
Tal conocimiento ha sido de suma importancia para el desarrollo
de la agricultura, la navegación, las operaciones militares y la vida en general. Nuestra ciudad no se
ha quedado atrás en esta rama del conocimiento científico. Desde el siglo 19, diversos observatorios meteorológicos se han ocupado de esos menesteres. De capital importancia fueron los del Colegio de San Juan y el Ateneo Fuente.
Los jesuitas establecieron en Saltillo en 1878 el Colegio de San Juan. Allí se educaron un buen número de coahuilenses distinguidos que ocuparon puestos claves en la política nacional o destacaron en otros campos de la ciencia, la literatura y la historia.
Los antiguos colegios jesuitas eran verdaderos centros de enseñanza. Tenían su Congregación Mariana y hacían procesiones literario-religiosas, representaciones teatrales religiosas y concursos humanísticos, filosóficos o teológicos en los que participaba la ciudad entera. Normalmente contaban con un internado anexo para atender a los alumnos residentes de otras ciudades, y a los locales se les atendía como medio internos. También tenían un templo contiguo abierto a la comunidad católica.
Además del internado y el templo de San Juan, el Colegio de Saltillo tenía otras dependencias propias para su funcionamiento, como la cocina, comedor, lavandería, carpintería, reparación de zapatos, etcétera, y cultivaba su propio huerto, pero los laboratorios eran de suma importancia para los jesuitas respecto a la experimentación aplicada de las ciencias. Los propios padres hicieron contribuciones científicas notables en el campo de la astronomía y establecieron observatorios meteorológicos en todo el mundo, uno de ellos en Saltillo, en el Colegio de San Juan, probablemente hacia 1887.
El boletín impreso más antiguo que se conoce de ese observatorio se conserva en el Archivo Histórico de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, y está fechado en 1888. El Archivo Histórico del Ateneo Fuente resguarda ejemplares de los boletines de 1896 y 1897 del de San Juan, y algunos de otros del país y del extranjero ubicados casi todos en colegios jesuitas. La Hemeroteca Nacional guarda los ejemplares de 1906 a 1910 del de San Juan, en Saltillo, en edición de 1913.
La posición que guardaba el observatorio jesuita de Saltillo era: latitud N. 25° 25’ 15”, longitud W. de Greenwich, longitud W. de México 1° 48’ 24”, y la altura del barómetro sobre el nivel del mar 1,645 metros. Durante el tiempo que funcionó el colegio dio importantes servicios a la ciudad en las predicciones climáticas y fue apoyado por la administración porfirista.
La dirección del observatorio estaba regularmente a cargo del propio rector del colegio. En el establecimiento se estudiaba el estado
del tiempo y las variaciones diarias de las condiciones atmosféricas
y se trataba de definir el clima, predecir el tiempo y comprender la interacción de la atmósfera con otros subsistemas.
Muchos de los profesores, rectores del Colegio de San Juan y directores del Observatorio publicaron libros importantes en la materia. El padre Pedro Spina publicó el libro “Elementos de Cosmografía”, y el padre Enrique Cappelletti escribió “Cosmografía, Apuntes de Astronomía” y “Observaciones Meteorológicas Practicadas en el Colegio de San Juan Nepomuceno durante los años de 1891 a 1894 inclusive”. El padre Gonzalo Carrasco, autor de las pinturas que exornan el Templo de San Juan, profesor del colegio y director del Observatorio de Saltillo, publicó el texto “Observatorio Meteorológico del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús de Puebla”.