29 de febrero: un día más, otra oportunidad

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Espacio y tiempo. La historia humana se ha ido registrando en medio de aciertos y errores. Muchos calendarios hemos tenido, siempre son una oportunidad para ser mejores
Alguien perdió unos días. Simplemente contó mal. Errar –ya se sabe– es humano; perdonar –vale recordarlo– es divino. Y es que los relojes y los calendarios con los que los seres humanos nos incrustamos en nuestra propia historia pueden fallar si los humanos, sus usuarios fallan.
El Padre Tiempo, no obstante, a veces deja algunos regalos. ¿Qué tal un día extra cada cuatro años? El mes de febrero siempre se ve muy corto frente a los otros meses. Pero este 2020 febrero crecerá, porque estamos en año bisiesto.
Año bisiesto o bis sextus dies ante calendas martii (“repítase el sexto día antes del primer día del mes de marzo”), que correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero por Julio César.
Pero, para no seguir acumulando errores, el año bisiesto debe ser divisible entre 4, salvo que sea un año secular, último de cada siglo que termina en cero…
Sí, no es tan sencillo de comprender, no para mí, al menos. Lo interesante en todo caso es que este año que vivimos tiene un regalo para cada uno: un día extra.
(Además de bisiesto, un año de 366 días, el 2020 es un número capicúa; es decir, que se lee igual de izquierda a derecha o al contrario).
Este juego de números y de nombres, sirve hoy para que, en lo individual, o en su círculo más cercano, cada uno tratemos que aprovechar esta oportunidad extra que el calendario nos da para cumplir metas o buenos deseos.
Una comedia de cine plantea que en Irlanda -tierra de magia, arcoiris, hadas y tesoros- el 29 de febrero, el año bisiesto, las mujeres a quienes no les han ofrecido matrimonio, pueden ellas pedir la mano del hombre amado.
Si la leyenda existe o no, y si las irlandesas en edad de merecer “invierten” su día extra de febrero entregando un anillo de compromiso, es algo que habrá de comprobarse, en todo caso no importa más allá de la lección que deja esa historia: hay que capitalizar nuestro tiempo.
La semana que inicia mantiene la atención mundial, por el rotavirus en China; en Estados Unidos avanza el proceso electoral rumbo a la Casa Blanca y en México, el movimiento feminista crece. Hay tiempo para aprovecharlo.