Mirador 24/08/19
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TEMAS
Me habría gustado conocer a Gloria Riestra.
En Tampico ejerció tareas de periodismo, pero desde niña sintió la vocación de la poesía. Sus versos, casi todos de tema religioso, aparecieron en una revista de elevada calidad, “Ábside”, que por muchos años dirigió ese otro ilustre Alfonso de Monterrey, Alfonso Junco, que tantas y tan buenas obras hizo.
En un antiguo ejemplar de esa publicación encontré un bello poema de la escritora. Se llama “El querubín del paraíso”.
“No lo quisiera él; Adán lo quiso, / hay que vedarle el prodigioso huerto; / y el querubín, cerrado el paraíso, / mira al hombre partir rumbo al desierto. / Sabe el ángel, Adán cuánto mal hizo, / mas le acongoja su destino incierto, / y, tras de que lanzarlo fue preciso, / al mirarlo partir, vencido y muerto, / goterones de luz llora, y el piso / queda como de estrellas recubierto”.
Me habría gustado conocer a Gloria Riestra.
En este poema habló de la compasión, don del cielo para los expatriados de la tierra.
¡Hasta mañana!...