Sedu: ¿para qué sirven los ‘focos rojos’?

Politicón
/ 16 marzo 2016

Tras publicarse en nuestra páginas la información relativa al “decomiso”, a estudiantes de secundaria, de objetos que bien podrían encontrarse en los centros de reclusión penal, la Secretaría de Educación de Coahuila (Sedu) ha informado que existe un programa especial de “vigilancia” -por parte de la dependencia- en planteles ubicados en 27 colonias de Saltillo.

La determinación de ubicar a estos planteles en el listado de “focos rojos” obedece a que en dichas zonas existe una mayor incidencia de problemas como pandillerismo, consumo de sustancias nocivas y embarazos precoces, entre otros.

Debe entenderse que la decisión adoptada por la autoridad responsable del sistema educativo de la entidad implica el diseño e instrumentación de políticas públicas específicas para atender la problemática que ha sido detectada en tales zonas.

Y debe entenderse tal, porque no tendría sentido que la reacción de la Sedu concluyera con la simple detección de tales “focos rojos” y, a partir de allí, se limitara simplemente a observar de forma pasiva la realidad de dichas áreas.

En ese sentido, más allá del diagnóstico expuesto, sería necesario que la autoridad educativa de Coahuila explicara qué está haciendo para contribuir -desde la trinchera de la educación- a transformar la realidad que viven los niños y adolescentes que están creciendo en un clima que no es, desde ninguna óptica, el más propicio para su desarrollo.

Porque la tarea del sistema público de educación no puede -ni debe- limitarse a ejercer un presupuesto y procurar que, con el uso de éste, se construyan escuelas, se contraten profesores y se impartan clases con regularidad a todos los niños, adolescentes y jóvenes de nuestras comunidades.

Poner a disposición de la sociedad todos estos elementos resulta sin duda indispensable, pero tener escuelas y maestros no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr un propósito más importante: que la educación se convierta en la herramienta fundamental a través de la cual todos los miembros de la sociedad puedan aspirar a la igualdad que nuestras normas fundamentales prometen.

La realidad que está siendo retratada en estos momentos a través de los reportes periodísticos publicados en nuestras páginas, también plantea que el sistema educativo está fallando en el logro de algunos de sus propósitos, pues los fenómenos referidos tienen como una de sus principales causas la pobreza provocada, entre otras cosas, por una mala educación.

Nadie puede conformarse con el hecho de saber que la Sedu ha encendido los “focos rojos” en 27 colonias de Saltillo -y seguramente en otras más en el resto de la entidad. Además de eso es necesario que todos nos interesemos en conocer -y apoyar, en la medida de nuestras posibilidades- el diseño e implementación de las medidas necesarias para revertir una realidad con la cual nadie puede estar conforme.

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