Uno no es lo que es por lo que dice, sino por lo que ha leído
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En el contexto actual de nuestro País y en el vendaval de opiniones y comentarios que surgen por todos lados, que sin darnos cuenta van aumentando cada día el nivel de polarización social, tendríamos que cambiar la frase impostada que da nombre a este artículo y que tiene como referencia lo que dice el literato argentino Jorge Luis Borges: “uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”.
Y es que según los resultados que aparecieron en esta semana, del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que tiene como tarea medir el rendimiento de los estudiantes que viven en los países adheridos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los mexicanos hemos leído muy poco, seguimos ocupando el penúltimo lugar en la lista.
Por supuesto, la desafección por la lectura no es nuevo, históricamente hemos desatendido esta actividad. Aunque la prueba se realiza cada tres años y desde el año 2000, cada tres años escuchamos la misma historia. Ni de forma personal o institucional nos hemos dado a la tarea de revertir la situación.
Es conveniente aclarar que la prueba no sólo mide el ámbito de la lectura. También el nivel de conocimiento en ciencias naturales y matemáticas, por razones obvias; las matemáticas promueven el razonamiento lógico y las ciencias naturales la formación analítica y crítica de la realidad. Se aplica a chicos y chicas de entre 15 y 16 años.
En el caso particular de nuestro País, ¿qué le interesa a la población, a parte de la Rosa de Guadalupe y del futbol ahora en canales de paga? Pues lo que no les interesa a los chinos, que son los campeones en las tres pruebas en este momento, incluyendo la lectura. Por supuesto, algunos revirarán sobre la vida, la sociedad y el tipo de Gobierno en el que viven los chinos. ¿Pero qué podemos decir de Singapur? Son cuatro pueblos asiáticos los que están en el top de la prueba.
En el continente americano son los canadienses los que están a la punta. Siendo una sociedad avanzada andan por el séptimo lugar en lectura, octavo en ciencias y doceavo en matemáticas. Aun con esas notas la pregunta a responder sería: ¿Cómo vive la gente en Canadá? En cuanto a México ni para que le pregunte. Usted sabe perfectamente cómo vivimos en nuestro País. Por eso, no es fortuito que de 79 países el nuestro ocupe el lugar 52 en lectura, 61 en matemáticas y el 57 en ciencias.
Para que profundicemos un poco más, en datos del Módulo de Lectura (Molec) realizado por el Inegi en 2018, se afirma que en México se leen 3.8 libros por persona, el 46 por ciento leen los periódicos, el 36 por ciento foros o blogs en internet y el resto lo que aparece en las redes sociales. Para tenerlo más claro, sólo 2 de cada 10 lectores comprenden lo que leen. Teniendo en cuenta lo anterior, se entiende el nivel de manipulación que hace el Estado y los Medios de Comunicación a través del control social.
Nos quejamos y hasta con ironía hablamos del lugar en el que los reportes de PISA nos colocan, sin tener en cuenta que nuestros hijos, simple y llanamente son
el reflejo de sus padres. ¿Se imagina si un día de éstos la OCDE o la UNESCO pidieran al Estado mexicano se aplique a todos aquellos que, por sus puestos y tareas, ocupan responsabilidades que marcan el rumbo de la sociedad, comenzando por el Gobierno, continuando con las instituciones y terminando con los profesionistas? No estaría nada mal.
¿Cómo evitar esta manipulación de parte de los actores sociales que tienen la hegemonía y el dominio en nuestra sociedad? ¿Qué sugiere? Porque para acabar con esta lamentable realidad en la que vivimos es importante entender que “uno no es lo que es por lo que dice, sino por lo que ha leído”. ¿Qué está leyendo en este momento? Volveremos a hablar del tema en tres años. Así las cosas.
fjesusb@tec.mx
Así Las Cosas
Felipe de Jesús Balderas